Las buenas noticias llegaron a la mesa de Jonathan Barros justo en la víspera de las fiestas de fin de año. Desde Las Vegas confirmaron que Yoni ocupará un lugar entre los combates complementarios en la súper cartelera del MGM Grand a fines de enero de 2017. En una de las nuevas mecas del boxeo moderno, además de los estelares de Danny García vs Zlaticanin –división Welter– y la gran revancha Carl Framton vs Leo Santa Cruz –categoría Pluma–, Barros será retador del galés Lee Salby, a quien intentará arrebatarle la corona mundial de la Federación Internacional de Boxeo de las 126 Libras.  

Barros, quien ya fue campeón de la división pero en la Organización Mundial de Boxeo, buscará volver a reinar en una categoría que le sienta bien. El pupilo de Pablo Chacón tiene por delante una pelea en la que deberá tomar el centro del ring desde el comienzo y hacer valer su pegada ante un campeón, que en sus últimas presentaciones se mostró con muchas dudas. 
 

Regreso y derrota para Yésica Marcos

Después de poco más de un año, hizo su reaparición en los encordados Yésica Marcos. El Bombón Asesino, radicada desde hace un tiempo en Chile, peleó ante la licencia N.º 001 del Boxeo Nacional, Marcela "La Tigresa" Acuña. Ambas se enfrentaron buscando el título vacante de FIB en la categoría Gallo. 

Acuña y Marcos tenían una cuenta que saldar. Hace algunos años se enfrentaron en nuestra provincia, cuando Marcos era campeona mundial y en un fallo por demás polémico los jueces decretaron empate, y Marcos retuvo su corona en aquella oportunidad. Esta vez el triunfo fue para la Tigresa, que con un knock out impresionante dejó fuera de circulación a Marcos en el décimo asalto. 

La mendocina mostró un estilo boxístico diferente al que estábamos acostumbrados a verle. Claudio Pardo, entrenador actual del Bombón, le dio una impronta diferente, con mucho movimiento de piernas, movimiento en los hombros, brazos bajos y mentón descuidado, ideal para que el rival aproveche el contragolpe. El knock out vino así con una gran mano de Acuña en retroceso. La sanmartiniana tuvo poco de la clásica escuela mendocina, donde los golpes son efectivos a la hora de sumar y bien presentados y sobre todo, y como gran falencia, Marcos jamás tiró al cuerpo con decisión y nunca pudo encontrar chances para atacar la zona blanda con el gancho al hígado, uno de sus mejores argumentos de guerra.  

El Bombón perdió por la vía del cloroformo en su retorno y dejó más dudas que certezas. Más allá de una gran forma física, desde lo técnico se vio a una boxeadora transformada en su estilo que no logró convencer.