“Yo había hablado con la dirigencia una semana antes de mi llegada. Tuvimos conversaciones durante dos o tres días, nos pusimos de acuerdo rápidamente. Es una linda oportunidad por el hecho también de volver a Mendoza que es una ciudad que a mí me encanta. Eso influyó para cerrar los números y venirme. Si salía de Buenos Aires a otro lugar lo dudaba, pero me vine porque era esta provincia. También es un desafío importante en lo deportivo”, destacó al comienzo de la entrevista uno de los últimos refuerzo de Deportivo Maipú.

Ni bien comenzó la pretemporada parecía que al equipo le faltaban defensores, hoy Bermegui tiene un dolor de cabeza importante por la calidad de los jugadores que llegaron.

Ya con el nombre no juega nadie. Hay que entrenar y matarse día a día. Desde el lugar que me toque estar voy a aportar. Siempre sumando y aportando para el club que me dio la oportunidad de seguir trabajando.

Después de tu paso por Independiente, Los Andes y Honduras, ¿con qué jugador se va a encontrar el hincha de Maipú?

En la Lepra jugué todo el tiempo de lateral por derecha, cuando fui a Los Andes lo hice en mi posición natural (central), luego, en Honduras, alterné. Lo bueno es que siempre he estado con ritmo, tengo 33 años y puedo aportarles a los más jóvenes la experiencia de lo vivido.

¿Y cómo es jugar en Honduras?

Es raro, fue un desafío lindo ya que me llamaron de Olimpia, que es el más grande de ese país. Fui porque el técnico era argentino y me pidió. Es una liga que crece de a poco, el tema de las canchas todavía está muy precario. En el torneo, en la parte clasificatoria salimos primeros. Perdimos en semifinales. Me sentí muy bien.

¿Y jugar en Estados Unidos?

Estuve en 2009, había jugado en Quilmes, me fui a Nacional de Montevideo y por lo económico me fui para allá. Es una experiencia rara, tenía compañeros que jugaban solo para poder estudiar porque el club les daba la beca en la universidad. Es muy amateur. A los partidos solo van los latinos. De hecho sólo se escuchan canciones en español.

También estuviste en Rusia en 2006

Sí, en el Rubín Kazan, que compró mi pase cuando yo jugaba en San Lorenzo. Fui con un contrato por tres años y me volví porque no pude adaptarme al país. Mucho frío, estábamos muy solos con mi familia y a los seis meses opté por irme al Catania.

¿En un día típico qué temperatura tenías?

Cuando llegué en febrero hacía treinta y cinco bajo cero. Nos fuimos a hacer pretemporada a España porque en Rusia no se podía salir ni a la calle. Estuvimos unos días también en Turquía y cuando volvimos, que debutamos, jugamos en la noche con -15º. Una locura.

¿No entrás en calor nunca?

No, nos poníamos las bolsitas del supermercado en las medias para que no se te congelaran los dedos.

Escuchá a continuación la entrevista.