La denuncia pública de violencia de género contra Sebastián Henríquez, secretario general del SUTE, motivó que la Intersindical de Mujeres de Mendoza repudiara este y otros casos de violencia machista en los gremios. Además, se solidarizaron con la denunciante “y con todas las compañeras que hayan vivido situaciones de violencia por parte de este dirigente”.

Durante los últimos días de diciembre, se viralizó una carta de Venceremos Partido de Trabajadorxs en la cual comunicaban la expulsión de Henríquez “por diversos y reiterados hechos de violencia machista, que incluyen la violencia sexual, el abuso sexual, la violencia psicológica, la violencia simbólica y la violencia política”. El martes 5 de enero, el Secretariado Ejecutivo del SUTE se hizo eco de esa publicación y de una denuncia penal, por lo que decidió apartarlo de su cargo.

A raíz de este hecho, la Intersindical de Mujeres de Mendoza se solidarizó con la denunciante. Además, reconoció la valentía de criticar y develar “los perversos mecanismos de los que históricamente el patriarcado se ha valido para ejercer distintos tipos de violencias sobre nosotras”. 

VER TAMBIÉN: Henríquez fue apartado del SUTE por una denuncia pública de violencia machista 

Estas mujeres, organizadas en la Intersindical, rescataron la celeridad con la que actuó el SUTE al tomar la decisión de separarlo preventivamente de su cargo. Sin embargo, manifestaron que esta situación “no es un hecho aislado”, ya que dentro del movimiento sindical de Mendoza existen varias denuncias por violencia laboral, política y, en su mayoría, de género. 

Destacaron el caso de Gustavo Correa, secretario general de la CTA de lxs Trabajadorxs, y el de Roberto Macho, secretario general de ATE Mendoza, con sentencia firme. No existe “ninguna medida interna para separarlos del cargo por estas denuncias”, aseguraron desde la Intersindical.

También recordaron los abusos y acosos por los que una trabajadora denunció a integrantes de la Unión del Personal Civil de la Nación: “Terminó con el apartamiento de sus cargos de Walter Pérez y Gustavo Luna, y aún seguimos luchando para que el responsable directo de la violencia, Eduardo Buscemi, sea separado de su cargo y se tomen las acciones pertinentes”.

VER TAMBIÉN: Denuncian a dirigentes de la UPCN por acoso laboral y abuso sexual 

El repaso por estos gravísimos hechos demuestra que la situación de Henríquez no es única. Lejos de ser un hecho aislado o excepcional, “es una muestra concreta de lo que ocurre en nuestros sindicatos, ya que son enormes los obstáculos que la violencia machista nos impone a las mujeres y disidencias cuando queremos participar en espacios políticos”.

Dada la sistematicidad y repetición de las violencias, la Intersindical de Mujeres demandó la elaboración de protocolos para abordar estos casos. Con ellos se podrían prevenir las agresiones y también sirven como marco de actuación cuando se conozca un hecho de violencia machista, para no enfrentarse improvisadamente a estas situaciones.

“Es fundamental avanzar en la elaboración de protocolos que ordenen el tratamiento de las situaciones de violencia de género y brinden herramientas construidas por las trabajadoras, para prevenir, sancionar y erradicar toda acción que implique una violación a los derechos de mujeres y disidencias sexuales”, sostuvieron en el comunicado.