Se trata del primero de este tipo en todo el país. Participarán en él, el estado provincial, el nacional y la UNCuyo. El objetivo del observatorio es recolectar datos sobre esta problemática para poder planificar políticas públicas que permitan mejorar la situación.
Ayer en Casa de Gobierno se firmó el convenio que permite la creación del observatorio contra la violencia de género, el cual es el primero que funcionará en nuestro país. El acuerdo fue rubricado por el Ministerio de Desarrollo Humano, el Instituto Provincial de la Mujer, el Consejo Nacional de la Mujer, la Secretaria de Derechos Humanos y la Universidad Nacional de Cuyo.
Según la CEPAL, la violencia contra la mujer “es el ejercicio de la violencia que refleja la asimetría existente en las relaciones de poder entre varones y mujeres, y que perpetúa la subordinación y desvalorización de lo femenino frente a lo masculino”. Los tipos de violencia pueden ser muchos: golpes, violencia verbal, mutilaciones, violaciones, femicidios, acoso, discriminación (política, económica, educativa y cultural), etc. Se estima que en la Argentina el 70% de las mujeres sufre algún tipo de violencia.
Desde NU Digital conversamos con Marcelo Stern, coordinador del Observatorio de Derechos Humanos, quien nos comentó que el proyecto del observatorio contra la violencia contra la mujer surgió “a partir de unas jornadas interinstitucionales, organizadas desde el observatorio de DDHH en Mendoza, que hace un par de meses atrás trataron el tema de violencia contra la mujer y violencia en sectores vulnerables. Hicimos una jornada de trabajo con distintos organismos que están en el tema, a nivel policía, nivel judicial, autoridades departamentales, provinciales, etc. A partir de ahí surgió la idea y la gente del Instituto de la Mujer nos propuso hacer un trabajo conjunto y ahí fuimos avanzando en el diseño de este observatorio de género”.
Un gran problema que enfrenta el observatorio es que la obtención de datos es muy difícil. En primer lugar porque una gran cantidad de los hechos de violencia sobre las mujeres no llegan a ser denunciados. En segundo lugar porque como dice Stern, a pesar “de que hay una infraestructura administrativa grande en Mendoza, existe un problema a nivel humano. Las formas de atención no son las mejores en todos lados y eso requiere un trabajo de capacitación y de educación con la gente que está cargo del tema en las fiscalías y en las comisarías”.
Con esa situación planteada el observatorio se propone “avanzar hacia recoger información en todos los ámbitos: policía, fiscalía, poder judicial; y a partir de ahí tener una idea más completa de las denuncias que hay”. Una vez que se tenga de manera correcta esa información “se podrá generar un diagnóstico más certero de la situación de violencia contra la mujer en Mendoza, que permitirá proponer políticas públicas para mejorar la situación en ese sentido”.