José Valerio obtuvo 28 votos para convertirse en el séptimo juez de Corte para Mendoza y asumirá prontamente la vacante que dejó Herman Salvini. Once senadores se expresaron en contra.

Inmediatamente después de las 11:00 se supo el resultado de la votación secreta. El nominado ministro de la Corte posó junto a Alfredo Cornejo en el despacho gubernamental.

El resultado de la votación legislativa será analizado seguramente por el mandatario cuando se muestre en público durante una conferencia de prensa en el mismo Palacio de Gobierno donde concordamente anunciará la aplicación del Código Procesal Penal basado en el criterio acusatorio en el Valle de Uco y en el Sur como una señal de reafirmación de que la política de seguridad de Cornejo está directamente emparentanda con la política judicial. 

Después de un mes de polémicas y de una interminable audiencia pública, que se extendió por ocho horas en un atestado salón Rojas y en la que no faltaron críticas de las organizaciones de mujeres, derechos humanos, familiares de víctimas del delito, como tampoco apoyos de jueces, fiscales, radicales e integrantes del PRO, el juez José Valerio llegó blindado a la instancia que le tocó pasar hoy.

El escenario previo

En un principio, todo el bloque radical estaba encolumnado detrás de la propuesta de Cornejo. Hubo algunas dudas con respecto a un grupo de senadores díscolos que no responden directamente al gobernador, pero a juzgar por lo que dicen las fuentes consultadas, ningún integrante del bloque oficialista se hubiera animado a responderle a Cornejo con una bolilla negra para su candidato.

Por el lado del peronismo, hubo varias posturas durante el largo mes de disputa "Valerio sí o no". En este mes se han barajado de todo tipo de conjeturas, pero hay una que ha sido certera: los caciques comunales del peronismo están de parte de las decisiones del gobernador, porque tienen que gestionar, motivo por el cual son más “racionales”. En el Senado hay legisladores que responden a Alejandro Bermejo, Jorge Omar Giménez y Emir Félix, caciques comunales de Maipú, San Martín y San Rafael respectivamente. Estas personas le habrían dado su aval a Valerio.

Luego hubo un grupo compuesto por peronistas que provienen de la militancia más dura contra el gobierno, que han trabajado dentro de su entorno por el voto negativo pero, en rigor a la verdad, no han conseguido convencer al resto.

Además, hay que tener en cuenta a los dos integrantes del FIT, que jamás votaron en una sesión secreta pero esta vez lo hicieron por la importancia del caso. Otro que dio su voto negativo es Ernesto Mancinelli, de Libres del Sur, un partido aliado al gobierno pero que en esta oportunidad apoyó la moción de “una mujer en la Corte”, algo que también se reclamó en las marchas de mujeres, y uno de los principales argumentos esgrimidos en la audiencia pública.