Vacunas, barbijos y kits de diagnóstico, aportes de la ciencia argentina ante la pandemia
El sistema científico y tecnológico argentino respondió durante 2021 a los desafíos generados por la pandemia con avances en distintos campos. Todos ellos incluyeron aportes del Estado por más de 400 millones de pesos.
Foto: Télam
El sistema científico y tecnológico argentino respondió durante 2021 a los desafíos generados por la pandemia de COVID-19 con avances en distintos campos. Entre ellos, se cuentan el desarrollo de vacunas, kits serológicos y de diagnóstico molecular, fabricación de barbijos y creación de plataformas, que incluyeron aportes del Estado por más de 400 millones de pesos en proyectos de articulación entre universidades, centros de investigación y otras instituciones públicas, y entre estas y el sector privado.
El rol de la ciencia argentina "está siendo altamente valorado porque sus aportes respecto de los desarrollos nacionales en los barbijos, los test de detección de COVID-19, la elaboración de respiradores y de sueros, entre otras tecnologías, han mostrado la capacidad del Conicet, de las universidades y de los institutos tecnológicos argentinos", dijo esta semana el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus. "El actual nivel de avance respecto de los desarrollos nacionales de vacunas también es una demostración del esfuerzo y capacidad de nuestra ciencia", agregó el funcionario nacional.
Las vacunas
El Mincyt registra cuatro desarrollos de vacunas, de los cuales el más "maduro" es el Arvac-Cecilia Grierson, cuya fase clínica empezará en 2022 con el objetivo de producirla a partir de 2023, según fuentes de esa cartera. Arvac-Cecilia Grierson será una vacuna de refuerzo para quienes hayan recibido el esquema completo de otras vacunas, cuya respuesta inmune empieza a bajar luego de más de seis meses, y como vacuna de primovacunación.
En el Ministerio entienden que, con una vacuna nacional, el Estado podrá ahorrar hasta el 70 % de lo invertido hasta ahora en la compra de más de 90 millones de dosis, inversión estimado en unos 1000 millones de dólares por todo concepto (costo, logística, transporte y seguros). Se estima que las vacunas diseñadas y producidas en Argentina llegarán a costar un cuarto o un tercio de las importadas hasta ahora, al tiempo que se abre la posibilidad de exportarlas. En el campo de la inmunización, también se destacó este año el acuerdo entre el laboratorio argentino Richmond con el Fondo Ruso de Inversión Directa para producir los componentes 1 y 2 de la vacuna Sputnik V en el país.
A su vez, Richmond concluyó en agosto pasado la colocación del Fideicomiso Financiero "Proyecto Vida (Proyecto de Inmunización para el Desarrollo Argentino)", que permitirá "la finalización y habilitación de la planta que se construirá dentro del Parque Industrial de Pilar, Provincia de Buenos Aires", con el objeto de garantizar la producción de vacunas para combatir la COVID-19 y otro tipo de terapias biotecnológicas, informó oportunamente la empresa.
En tanto, investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y del Conicet están estudiando el desarrollo de proteínas que puedan utilizarse en vacunas contra el coronavirus y kits de diagnóstico, que está en el final de sus primeras etapas del desarrollo. Colaboran en esta iniciativa, que recibió un subsidio de 7,5 millones de pesos, las empresas Cellargen Biotech SRL y Biotecnofe SA. La investigación fue recientemente seleccionada para beneficiarse con el fondo "Picto 2021 Estrategias de Inmunización SARS-CoV-2", impulsado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i).
Diagnóstico y Tratamiento
El Mincyt también destinó más de $ 90 millones a instituciones de ciencia y tecnología que contribuyen a dar respuesta a la pandemia, universidades de gestión pública que generan conocimientos asociados al coronavirus y enfermedades endémicas, a través del Programa de Evaluación Institucional (PEI) para identificar déficits y oportunidades de mejora que luego se financian a través de un plan integral.
Los proyectos van desde unidades de diagnóstico e investigación en enfermedades emergentes hasta instalación de equipamiento estratégico.
- En la Universidad Nacional de Quilmes (provincia de Buenos Aires), se encaró el fortalecimiento de las capacidades de diagnóstico para dar respuesta a la demanda de duplicar el número de pruebas de SARS-CoV-2 ejecutadas diariamente;
- El monto otorgado por el Mincyt fue de $ 12 585 850 (contraparte $ 6 360 011);
- En la Universidad Nacional de Chilecito (La Rioja), se creó la Unidad de Diagnóstico COVID-19, que apunta principalmente a la detección de SARS-CoV-2, infecciones por arbovirus (dengue, chikungunya) y virus respiratorios;
- La Universidad Nacional de Misiones recibió apoyo para fortalecer, con equipamiento, las capacidades institucionales para la investigación en enfermedades emergentes y endémicas por $ 12 763 213 (contraparte $ 3 029 303);
- A su vez, la Universidad Nacional del Nordeste (sede Chaco) fortaleció las capacidades diagnósticas y de investigación sobre enfermedades regionales prevalentes con equipos que no solo permitirán secuenciar el virus SARS-CoV-2, sino también analizar agentes infecciosos de patologías regionales. El monto otorgado por el Mincyt fue de $ 13 123 775 (contraparte $ 4 031 262);
- A su turno, la Universidad Nacional de San Luis recibió un aporte para implementar herramientas para diagnóstico, epidemiología y otras necesidades de la provincia de $ 13 125 000 (contraparte $ 3 020 198);
- Otros dos proyectos aprobados pertenecen a la Universidad Nacional del Nordeste (sede Corrientes) para el fortalecimiento del Laboratorio de Medicina Genómica de la Facultad de Medicina (monto Mincyt $ 14 937 250, contraparte $ 4 822 025) y a la Universidad Nacional de La Pampa para la creación del Centro de Gestión e Investigación Biomédica en Recursos Hídricos y Ambientales para territorios áridos y semiáridos (monto Mincyt $ 14 137 504, contraparte $ 3 967 925).
Por otra parte, en abril de este año se presentó "Covid-T", una plataforma de monitoreo de la respuesta linfocitaria T antígeno-específica en pacientes recuperados de coronavirus y en vacunados, desarrollada por investigadores del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme), en colaboración con el Biobanco de Enfermedades Infecciosas (BBEI) del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (Inbirs) y el Hospital General de Agudos Dr. Ignacio Pirovano. En lo que hace a elementos de protección, durante este año se lanzó el nuevo barbijo Atom Protect N95 Plus (FFP2), con capacidad filtrante para polvos y gotículas de más del 97 %, fruto del trabajo de científicos del Conicet, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), con el apoyo de la pyme textil Kovi S.R.L.
Asimismo, a través del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec), se ha apoyado el desarrollo o producción de diversos kits de detección de coronavirus y equipos de diagnóstico.
A su vez, la Agencia financió el proyecto "Escalado del Kits de extracción y purificación del ARN viral ADN/ARN Puriprep Virus kit Highway" del laboratorio Inbio Highway SA, de Tandil, con el objetivo de "fortalecer las capacidades nacionales de testeo y detección del SARS-CoV-2".
En tanto, investigadores de la UBA y de Conicet desarrollaron un kit de fácil uso que permite acortar el tiempo en el que se obtiene el resultado de la PCR, prueba de referencia para hacer el diagnóstico de coronavirus. El kit se comercializa bajo el nombre "FlashPrep® ARN SARS-CoV-2 Highway" y, entre sus ventajas, simplifica el proceso manual y economiza tiempo, ya que un solo operador podría estudiar 94 muestras en 60 minutos, cuando la misma cantidad requeriría 5 ó 6 horas con las técnicas clásicas.
También fueron creados los test serológicos CovidAr, desarrollados por investigadores de Conicet y la Fundación Instituto Leloir (FIL), que permiten la detección de anticuerpos y se utilizan con diferentes fines: vigilancia epidemiológica, evaluación del suero de pacientes para donar plasma y estudios sobre la respuesta del sistema inmune frente a las vacunas, entre otros.
Otros test rápidos impulsados por el Fonarsec son el de antígeno COVID-19 con base en anticuerpos monoclonales, de la Fundación Instituto Leloir, el de Bamboo Biotech-Conicet, el de Wiener Laboratorios-Universidad Nacional de Cuyo y el de Chemtest Argentina.
También es de destacar el equipo de diagnóstico rápido PuntoLabArgentina, un termobloque con capacidad para 48 muestras, primero fabricado íntegramente en el país, que otorga el resultado de detección del virus SARS-CoV-2 en una hora. Este nuevo equipo cuesta el 40 % menos que los importados presentes en el mercado y lo pueden usar centros de investigación, institutos, laboratorios de análisis clínicos, clínicas y hospitales.
Fuente: Télam (Por Gustavo Massimino)
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