Desde el año 2017 el Proyecto Mochi Mendoza es todo un éxito por su labor solidaria ya que busca generar un puente entre la sociedad, las escuelas y los estudiantes de la provincia. En su quinta edición y luego del confinamiento y las clases virtuales, buscan que más mendocinos se sumen a la iniciativa: el objetivo es hacer un kit de útiles escolares. Hasta el 12 de febrero hay tiempo para participar.

“Somos nueve organizadoras, de distintas profesiones y avocadas a diferentes actividades. Cada verano estamos avocadas a esta hermosa tarea y creo que personalmente para todas es muy satisfactorio. Si contamos todos los veranos desde que se inició hemos entregado trece mil mochilas”, detalló Fabiana.

El proyecto surgió en el año 2017 con la finalidad de que niñas y niños mendocinos puedan empezar las clases con los útiles escolares correspondientes. Las impulsoras del proyecto son las maestras Adriana Infante, Casandra Kaminski,  María Elena Gavillucci, Fabiana Insegna, y Paola Lavilla, veterinaria. Al inicio, quienes colaboraban eran contactos cercanos de las organizadoras, pero al compartir la idea, el proyecto “explotó”.

“Hay gente que envía los kits escolares, algunos nos dan dinero para que nosotras los compremos, y otros nos prestan sus negocios que sirven como puntos de recepción. Pero hay tantas anécdotas que van más allá de los útiles escolares y tiene que ver los vínculos que se forman. Nosotras solamente somos un puente”, expresó la Organizadora.

A través de Instagram, Facebook o por WhatsApp, cada una de las integrantes asesora a quien desea participar. Envían el nombre de la escuela, el departamento y localidad, número de orden y el listado con el kit de materiales, que puede ser para: salas de 4 y 5 años (opción 1), 1er, 2do o 3er grado (opción 2) y 4to, 5to, 6to, 7mo grado (opción 3). Una vez que el kit de útiles está completo se debe acercar a los puntos de recepción para luego realizar la distribución por las escuelas de la provincia que participan.

“Mendoza es muy solidaria y siempre ha respondido bien con nosotros. Este año no pedimos mochila, solo el kit de útiles, porque durante el 2020 se usó muy poco. Además, por la manipulación tan grande de materiales que hacemos al organizar todo, decidimos que tampoco vamos a asignar un niño o niña con cada persona, para respetar protocolos sanitarios”, comentó Fabiana.

Para la docente esta iniciativa refuerza la idea de que la educación es la vía para cambiar la realidad social. A su vez, destaca que en algunos casos “existen lazos para toda la vida”.

“Hay historias muy bonitas en donde además de la mochila algunas personas le regalan la bicicleta, el casco y la pelota. La carita de ese nene cuando recibe esas cosas es inexplicable. Hubo otro caso en donde la señora que realizó el kit colocó una carta augurándole un buen año escolar y su número de teléfono. La niña la llamó para agradecerle y la mujer le dijo que mientras ella viviera nunca le iba a faltar su educación, el abono para el transporte, ni el abrigo o las fotocopias”, concluyó Fabiana Insegna.

Durante la campaña 2021 las organizadoras destacaron que se necesitan tres mil kits escolares para repartirse en sesenta escuelas inscriptas. Por este motivo la participación y solidaridad de los mendocinos es el objetivo clave del proyecto.