La energía es poder. Esa aseveración se demuestra a cada paso de nuestra vida cotidiana, desde que encendemos la luz, nos preparamos un café y tomamos el transporte público para llegar a nuestro lugar de trabajo. Y también se demuestra en las políticas estratégicas de los estados respecto de las fuentes de energía a las que apuestan, a su matriz productiva, a sus posibilidades de crecimiento, todos condimentos que determinan el poder que tendrán los bloques económicos y sociales.

A la apertura del seminario “El poder de la energía en el siglo XXI”, que organizó el Centro de Asuntos Globales de la UNCUYO, asistieron expertos provinciales, nacionales e internacionales, pero sobre todo un nutrido grupo de estudiantes con interés en la temática y en los desafíos que enfrentan Argentina, América Latina y el mundo entero debido a la reducción de las fuentes fósiles de energía y la necesidad de buscar nuevas alternativas.

En la apertura del encuentro el rector, ingeniero Arturo Somoza, definió a la energía como uno de los grandes temas que se debían analizar desde diversas perspectivas y con un entrecruzamiento muy fuerte con el agua, un recurso clave para Mendoza y para el mundo.

El ingeniero planteó que el análisis del tema energético debía asociarse a una visión mundial del poder, y abordarlo desde una perspectiva multidisciplinaria para estudiar su impacto en la vida cotidiana de los habitantes.

El titular del Centro de Asuntos Globales, el exgobernador José Octavio Bordón, recalcó que el objetivo del seminario fue plantear una visión integral del tema energético, destacando dos abordajes clave como la producción y el consumo, así como las decisiones estratégicas que debe afrontar América Latina y el mundo.

El ministro de Energía, Marcos Zandomeni, planteó que la necesidad de trabajar en la matriz energética, y de contar con este recurso en calidad y cantidad, lo que posibilitaría discutir y definir la matriz productiva mendocina, ya que el desarrollo de cualquier actividad es imposible sin energía y sin la infraestructura necesaria.

El ministro explicó que era necesario enfocar las discusiones en este tema estructural. Uno de los puntos que consideró clave para lograr ese objetivo fue la organización del sector, ya que, según explicó, hoy es un grupo de actores divididos que no hablan entre sí. Frente a esta realidad,  ya se formó la mesa eléctrica y de energías alternativas y aún está pendiente crear un espacio similar respecto del petróleo.

Zandomeni enfatizó que el sector necesita voceros y líderes, y propuso seguir el ejemplo de la vitivinicultura, que planteó una estrategia a largo plazo y formó una corporación para concretarla.

El Ministro también comentó los desafíos que se propusieron para lo que resta de la gestión, como concretar un puñado de obras importantes de distribución eléctrica en Villanueva, Luján de Cuyo y San Rafael, así como comenzar a resolver el problema de los transformadores, muchos de los cuales quedaron obsoletos.

Otro de los desafíos que planteó Zandomeni fue el tema petrolero. Dijo que duplicaron las inversiones en el sector y que iniciaron la licitación de las áreas petroleras, con el desafío de que por lo menos cuatro de ellas estén en actividad el próximo año.

Otro de los oradores del encuentro fue el diputado nacional oficialista Guillermo Carmona, quien explicó que el tema energético estaba en el centro de discusión de la agenda del Mercosur y planteó la importancia de la incorporación de Venezuela, así como la adhesión a futuro de Bolivia y de Ecuador. Dijo que esta era una integración estratégica, ya que a los cinco países que conformaban el bloque se sumaban nuevos actores con un gran futuro respecto del petróleo y de la energía.

Carmona también planteó la importancia de que el Congreso ratificara el convenio con la empresa petrolera española Repsol para el pago de una indemnización por la nacionalización de YPF, que según su lectura era una señal clara de que el país salda sus deudas y abría posibilidades a nuevos inversores en el sector.

El diputado nacional señaló que el Congreso continuaba trabajando y analizando el tema de la exploración y explotación en el Atlántico Sur, al que definió como un espacio con enormes potencialidades.

Cambio climático y realidad nacional

Una de las intervenciones que más interés despertó, tanto en los alumnos como en los expertos presentes, fue la del exsecretario de Energía y embajador en Brasil, Alieto Guadagni, quien se concentró en dos tópicos: el cambio climático y sus consecuencias, y la situación del sistema energético nacional.

Con la ayuda de filminas, Guadagni mostró las consecuencias del cambio climático y del aumento de las emisiones de carbono, que acarrean serios problemas como el derretimiento de las nieves acumuladas, la alteración de condiciones climáticas y el aumento de la temperatura, entre otros.

El exfuncionario planteó que las potencias mundiales no tienen esta problemática en su agenda, lo que quedaría demostrado en la falta de cumplimiento de los compromisos asumidos así como en la escasa o nula participación de los líderes mundiales en los encuentros que buscan analizar y acotar la problemática,como el que este año se realizará en Perú.

Guadagni señaló que frente a este fenómeno se planteaban tres posiciones, cada una de las cuales suponía una solución. Un grupo de economistas propuso crear impuestos que pagaran los responsables de las emisiones; algunos políticos plantearon la posibilidad de otorgar “cupos” de contaminación y hasta habló a los presentes de la visión de la Iglesia católica, que en la encíclica Caritas in Veritate proponía que el costo de estos problemas fuera sufragado por quienes se beneficiaban con ellos.

El exfuncionario señaló la necesidad de que Argentina tuviera una nueva política energética tendiente a reducir las emisiones de carbono. Dijo que el país había dejado de ser exportador en la materia para convertirse en importador; como una muestra de esto, explicó que por cada cuatro litros de gasoil que se consume, uno es importado.

Guadagni señaló que, al igual que en el resto del mundo, el consumo de energía había aumentado, aunque en Argentina se daba una ecuación que consideró peligrosa, porque la producción de petróleo y de gas mostraba una caída en forma brusca en los últimos años.  

El exembajador argentino en Brasil fue más allá. Dijo que la producción de petróleo había comenzado a decaer en 2008 con el ingreso de Repsol a YPF y que se había agudizado a partir del 21 de febrero de ese año, cuando la española le vendió la cuarta parte de la compañía a un consorcio australiano, una transacción que el gobierno argentino permitió, lo que radicalizó el proceso.

Guadagni recalcó que en los últimos años, YPF fue la única empresa que logró frenar y revertir la caída de la producción, aunque explicó que el problema seguía siendo grave, porque la firma nacional era responsable de menos de un tercio de la producción de petróleo y de gas en el país. Un mercado que comparte con el resto de las firmas: Austral, Pan American, Petrobras y Pluspetrol.

Subsidios para ricos

Otro de los aspectos que abordó Guadagni fue el de los subsidios al gas, a los que calificó como un problema fiscal de primer orden. Y graficó su afirmación diciendo que los subsidios económicos sumaban siete veces el monto de la Asignación Universal por Hijo.

Cuando se subsidia la energía se beneficia a los ricos, consideró Guadagni, porque la población en situación de pobreza no puede aumentar su consumo, simplemente porque no cuenta con los aparatos electrónicos. Frente a esto, celebró que el Gobierno decidiera intervenir en este tema y explicó que esta decisión fue tomada frente al crecimiento del 65 por ciento que experimentaron en enero y febrero de este año los subsidios totales, frente al mismo período del año anterior.T

También abordó la realidad del sector energético. Explicó que en 2013 la energía térmica fue la que más aumentó su producción, lo que consideró un error estratégico y que mostraba la necesidad de apuntar a una nueva matriz.

El expositor recalcó que Argentina tenía un gran potencial hidroeléctrico, que hasta ahora no había aprovechado, muy ventajoso frente a la energía de origen térmico, al no emitir dióxido de carbono.

Para finalizar su exposición, Guadagni enumeró algunas de las políticas que a su entender deberían ponerse en marcha: inversión en obras hidroeléctricas y centrales nucleares, modernización tecnológica del transporte público de pasajeros, rehabilitación y modernización del ferrocarril de carga, acordar nuevas normas técnicas con los países que conforman el Mercosur y contar con artefactos eléctricos eficientes. A estas propuestas sumó la necesidad de premiar a los emprendedores inmobiliarios y de la construcción que construyeran ahorrando energía.

Problemas comunes

Otro de los expositores fue el jefe de Energía de la embajada de Brasil en Argentina, Paulo Vinícius dos Santos García, quien planteó que el Mercosur tenía una oportunidad inédita para acordar líneas estratégicas de trabajo. Dijo que ambos países compartían el problema de la falta de previsibilidad, por lo que se analizaba la posibilidad de realizar un marco normativo común, lo que brindaría seguridad a los inversores extranjeros.

Dos Santos García comentó que Brasil y Argentina también desarrollaban un proyecto energético común, una eléctrica binacional, con una concepción ambiental. Adelantó que ambas naciones tendrán en cuenta todos los errores que se cometieron con otros proyectos de empresas binacionales.

El director del Instituto de Energía de la UNCUYO, Dante Bragoni, enumeró algunos de los proyectos en los que trabajaban, como los relacionados con el bioetanol, los que apuntaban a la eficiencia energética en la construcción de edificios y el de energía térmica fotovoltaica, a través de calefones solares.

Bragoni también describió otro de los proyectos encarados por el Iinstituto, basado en la generación hidroeléctrica de pequeña potencia en canales de riego. Y una de las iniciativas más avanzadas, dijo, es el parque hidrocinético que se ubicará en los primeros veinte kilómetros del canal Matriz San Martín.  

A lo largo de la jornada también estuvieron presentes el sector privado, a través de los proyectos que comentaron representantes de IMPSA, así como el desarrollo de energías alternativas, los diferentes modelos energéticos y los conflictos que plantea este recurso en todo el mundo. En síntesis, la visión de un mismo tema desde distintas perspectivas, un tema que requiere de una política estratégica, simplemente porque la energía es poder.