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12 DE DICIEMBRE DE 2024
El autor es analista político y director de Nueva Mayoría
Foto ilustrativa tomada de nuevospapeles.com
Las primarias realizadas el 13 de agosto han dejado un resultado confuso, tanto en lo electoral como en lo político. En la suma nacional de votos –que nunca se presentó oficialmente–, Cambiemos habría obtenido aproximadamente el 35 %. Es la primera fuerza política en el ámbito nacional, pero más por la dispersión de la oposición que por un apoyo mayoritario. La segunda es el kirchnerismo, con un resultado nacional que rondaría el 18 %.
Casi la mitad del electorado no ha optado por ninguna de estas dos fuerzas; predomina el peronismo anti-kirchnerista y algunas fuerzas locales. Pero la confusión proviene de la incertidumbre derivada del resultado ajustadísimo en dos distritos sobre 24 que, sumados, reúnen casi el 50 % de los votos: la provincia de Buenos Aires (casi el 40 % de los votos efectivos) y Santa Fe (el 9 %).
En la primera, en la cual la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner es candidata a senadora nacional, el escrutinio provisorio comenzó a difundirse pasadas las 21 y daba ganadora a la lista de Cambiemos por siete puntos. Entrada la madrugada, esta diferencia se había reducido a menos de una décima de punto. Se suspendió la carga de datos cuando Cambiemos tenía el 34,19 % y Cristina, el 34,11 % y faltaba ingresar el 4,39 % de los votos.
Eso hizo que el Presidente y la Gobernadora de Buenos Aires festejaran a las 23 horas del domingo un triunfo bonaerense que después no fue tal y que la expresidenta también lo hiciera entrada la madrugada. A ello se agregó la provincia de Santa Fe, donde los resultados oficiales comenzaron dando una ventaja de 5 puntos para Cambiemos y, al suspenderse la carga de votos, el resultado se había revertido y el kirchnerismo, a través de la lista que lidera el exministro Agustín Rossi ,terminó obteniendo el 27,87 % y el oficialismo nacional, el 27,13 %, cuando restaba cargar el 2,14 % de los votos.
En estos dos distritos, el resultado puede ser alterado por el escrutinio definitivo que se tiene en algunas semanas. Para el oficialismo, lo sucedido es consecuencia de fallas técnicas; para la oposición, de una “manipulación de resultados” que varios de sus dirigentes calificaron de “secuestro de votos”.
En un análisis territorial del resultado, queda cierto equilibrio de fuerzas, más allá de los impactos políticos.
Dejando Buenos Aires y Santa Fe, dado que las diferencias son menores a un punto y podrían alterarse en el escrutinio definitivo, Cambiemos ha ganado en diez distritos sobre veinticuatro. Lo ha hecho en cuatro que ya gobierna: Ciudad de Buenos Aires –por amplio margen– Mendoza, Corrientes y Jujuy. También, y por gran ventaja, en las provincias de los dos únicos gobernadores que estuvieron con Cristina: San Luis y Santa Cruz. Lo ha hecho en tres gobernados por el peronismo: La Pampa, Córdoba –el segundo distrito electoral del país y por amplio margen– y Entre Ríos, y en una que gobierna un partido provincial (Neuquén). A su vez, el peronismo ha ganado en nueve de las once provincias que gobierna (Catamarca, La Rioja, Tucumán, Tierra del Fuego, Salta, San Juan, Formosa, Chaco, Misiones), en otras se ha impuesto a gobernadores independientes (Chubut y Río Negro) y en otra ha ganado un aliado (Santiago del Estero).
De estos resultados quedan gobernadores más débiles o más fuertes para la negociación entre ellos y el Ejecutivo, que será la gran cuestión política post-electoral.
En cuanto al Congreso, si bien las PASO pueden no repetirse en octubre, confirman que Cambiemos crecería en bancas, aunque sin llegar a la mayoría en ninguna de las dos cámaras. De los ocho distritos que eligen senadores nacionales –el que saca un voto más obtiene dos de los tres senadores y el restante es para quien le siga–, Cambiemos ha ganado en Santa Cruz, Jujuy y San Luis.
De repetirse este resultado, en octubre estaría sumando un senador más en los dos primeros y dos en la segunda. El peronismo, por su parte, ha ganado en San Juan, La Rioja, Formosa y Chaco. Pese a ello, podría obtener uno en La Rioja, dado que los tres son justicialistas. En la provincia de Buenos Aires, aun perdiendo, obtendría uno, ya que no tiene ninguno de los tres que se renuevan.
De acuerdo con ello, los 15 senadores que hoy tiene Cambiemos podrían ser entre 20 y 22, pero siempre lejos de los 36 que necesita para tener mayoría.
Cálculos similares pueden hacerse con el incremento de bancas en diputados, ya que sumaría entre 10 y 15 si los resultados se repitieran, por lo que los 86 pasarían a ser entre 96 y 101, lejos de los 127 que se requieren para la mayoría.
Pero ganar o perder la provincia de Buenos Aires será la gran cuestión del 22 de octubre, dado el resultado de agosto. Este distrito elige senadores nacionales y un voto definirá el resultado, de quedarse con dos de las tres bancas en juego.
El antecedente de 2013 –la única elección de medio mandato con PASO– mostró que la lista anti-K encabezada por Sergio Massa tuvo el 35 % en agosto y el 44 % en octubre, y la lista kirchnerista que llevó como primer candidato a Martín Insaurralde pasó del 30 % al 32 %. La diferencia a favor de Massa, que en agosto fue de cinco puntos, en octubre se elevó a 12. Al mismo tiempo, la suma de los dos primeros pasó del 65 % en las PASO al 76 % en la elección. Algo similar sucederá ahora. Entre Cambiemos y Cristina suman el 70 % en las PASO. La cuestión es cuánto y cómo se reasignarán los votos del tercero (Massa, que obtuvo el 16 %) y el cuarto (Randazzo, con el 6 %).
Se trata de qué pesará más en ellos, si el “anti-kirchnerismo” en contra de Cristina o el origen peronista a favor de ella. Si bien el oficialismo nacional ha tenido un triunfo claro como primera minoría, lo que suceda en la provincia de Buenos Aires en octubre seguirá siendo un punto de atención, tanto en lo político como en lo económico.
En conclusión, aunque las primarias realizadas el 13 de agosto confirman el triunfo de Cambiemos como primera minoría, no han dejado un resultado tan claro, por lo sucedido en Buenos Aires y Santa Fe. Sacando estos dos distritos, el oficialismo nacional ha ganado en diez, con victorias contundentes en Córdoba y Ciudad de Buenos Aires y el peronismo y sus aliados se han impuesto en 12. La proyección del resultado al Congreso confirma que Cambiemos ganaría senadores y diputados, pero sin llegar a la mayoría en ninguna de las dos cámaras. La gran cuestión para octubre seguirá siendo la provincia de Buenos Aires y la incógnita a develar, hacia dónde se inclinarán votantes de Massa y Randazzo que pudieran cambiar su voto o cortar boleta.
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