En el marco del 64.º Festival de Cine de San Sebastián, el cine mendocino fue uno de los destacados del evento. Dentro de la competencia latinoamericana, La educación del Rey fue la elegida por el comité de jurados donostiarra para recibir financiación y derechos de distribución, lo que favorece su exhibición masiva.

La educación del Rey es un proyecto audiovisual dirigido por el realizador mendocino Santiago Esteves. Nació como una serie de televisión de apenas ocho capítulos, impulsada por un concurso de la Televisión Digital Abierta (TDA) en 2014, y cambió su rumbo durante su producción. Fue rodada en zonas precordilleranas de Mendoza y contó con el apoyo de la Universidad Nacional de Cuyo, en la logística y edición en la Nave Universitaria. Además, se complementó con equipo artístico y técnico de Buenos Aires.

El secretario de Extensión Universitaria, Julio Daher, remarcó anoche miércoles 21 en Unidiversidad Noticias de Señal U que la UNCUYO coprodujo la realización premiada en España. 
 

Libreto en mano

La historia gira en torno a Reynaldo (Matías Encinas), un adolescente que escapa de su bautismo como delincuente y cae en el patio de la casa de Carlos Vargas, un guardia de seguridad retirado. El jubilado le ofrece un trato: el joven arreglará los daños que provocó en el inmueble a cambio de que no lo entregue a la policía. A partir de ahí, las lecciones que el viejo guardia le da al adolescente hacen lugar a una relación que remite a viejas leyendas sobre cómo se formaba a los soberanos. El pacto comenzará a resquebrajarse cuando los cabos sueltos del robo en el que participó Rey empiecen a cercarlos.

Santiago Esteves también dirigió "Un sueño recurrente”, cortometraje galardonado en el BAFICI 2013. Foto: Diario Los Andes.

El proyecto de Esteves compitió junto a otros de origen latinoamericano, tales como El silencio del viento, de Álvaro Aponte-Centeno (Puerto Rico, República Dominicana y Francia); La familia, de Gustavo Rondón Córdova (Venezuela, Chile y Noruega); Las olas, de Adrián Biniez (Uruguay y Argentina); Medea, de Alexandra Latishev (Costa Rica y Chile), y Un gran dragón, de Jaime Osorio Márquez (Colombia).

Ahora, las empresas Daniel Goldstein, Deluxe Spain, Dolby Iberia, Laserfilm Cine y Video, Nephilim producciones, No Problem Sonido y Wanda Visión asumirán la post producción de la película, incluso hasta un Digital Cinema Package (DCP), subtitulado en inglés para su posterior distribución en España.

La categoría “Cine en Construcción” se trata de un programa de apoyo al cine latinoamericano que es desarrollado por el Festival de San Sebastián y Cinélatino, Rencontres de Toulouse, en convocatoria bianual. Además, el premio propone la inclusión de la película en el Programa de Subvención a la Difusión Televisiva. Consiste en la autorización de emisión no exclusiva en Ibermedia TV e Ibermedia Digital por 25 mil dólares, por tratarse de un largometraje de ficción.