Una persona de sexo masculino resultó muerta en el cuarto día de disturbios que enfrenta a miles de jóvenes con la policía en Inglaterra. El hombre fue encontrado muerto adentro de un auto y con impactos de bala en su cuerpo. Esto agrava la situación en la isla, que no encuentra paz en sus calles desde el sábado pasado.
El conflicto comenzó cuando Mark Duggan de 29 años, fue asesinado en lo que se presume un caso de "gatillo fácil". La versión oficial indicaba que Duggan iba armado y disparó a los policías, pero no se encontraron pruebas que respalden esa versión. Las protestas comenzaron el sábado cuando una marcha que parecía pacífica terminó en graves desmanes con enfrentamientos con la policía y daños a comercios y edificios públicos .
A partir de esa primera marcha, los disturbios se han intensificado al punto de tener que lamentar en el día de hoy una persona muerta. En distintos barrios de Londres y otras ciudades se suceden los  enfrentamientos. Desde la policía se confirmó al menos 525 detenciones, en lo que se ha convertido en ola de violencia más grande en el Reino Unido desde 1980.
Desde el gobierno se insiste en que no hay una razón social o un motivo válido para las protestas y que se trata de puro vandalismo. Ese pensamiento se ve reflejado en la decisión del primer ministro Cameron de utilizar 16 mil policías para detener los disturbios. El eurodiputado Roger Helmer exigió por Twitter al gobierno que se le dispare a los saqueadores e incendiarios.
Desde otros sectores se habla de falta de fondos para programas específicos de la juventud, de recortes presupuestarios en el gasto social, de creciente desempleo, etc. Como publicó Marcelo Justo en Página 12, es cierto que existen algunos grupos organizados que se aprovechan de la situación para cometer delitos, pero no se puede negar el componente socioeconómico de la protesta. La mayoría de los jóvenes que están involucrados pertenecen a sectores en que el desempleo y la pobreza son mayores que en el resto de la sociedad. Como declaró Jenny Jones, miembro de la Federación de la Policía Metropolitana, “el gobierno tiene que asumir su responsabilidad en lo que ha ocurrido. Los cortes a los servicios sociales, especialmente a los jóvenes, han tenido un impacto en fomentar la tensión”.