Una nave de la NASA descubrió agua en el peligroso asteroide Bennu

La sonda OSIRIS-REx comenzó sus trabajos científicos y ya detectó la presencia de hidroxilos en los materiales del objeto.

Una nave de la NASA descubrió agua en el peligroso asteroide Bennu

Superficie del asteroide Bennu, el segundo más peligroso para la Tierra. Foto: NASA / Goddard/University of Arizona.

Ciencia

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Unidiversidad / Infobae, Reuters y EFE

Publicado el 11 DE DICIEMBRE DE 2018

La nave espacial OSIRIS-REx de la NASA descubrió los ingredientes del agua en un asteroide relativamente cercano, un objeto del tamaño de un rascacielos con forma de bellota que podría tener las claves del origen de la vida en la Tierra, dijeron científicos el lunes.

OSIRIS-REx, que la semana pasada voló a unos 19 kilómetros de distancia del asteroide Bennu, a unos 2,25 millones de kilómetros de la Tierra, halló rastros de moléculas de oxígeno e hidrógeno en la superficie rocosa del asteroide.

Esa información, obtenida gracias a los dos espectrómetros con los que está equipada la sonda, indica la presencia de hidroxilos, moléculas que contienen átomos de oxígeno y de hidrógeno adheridos entre sí.

La sonda, que recolecta muestras del asteroide para su estudio en la Tierra, fue lanzada en 2016. El pasado 3 de diciembre, la NASA anunció que la OSIRIS-REx había completado la primera fase de su misión, que consistía en alcanzar la órbita del asteroide y, a partir de ahora, acompañará a Bennu como si fuera su satélite para estudiar cómo se desplazan los planetoides sin una onda gravitatoria definida.

Bennu, que tiene unos 500 metros de ancho, orbita al Sol a aproximadamente la misma distancia que nuestro planeta. Existe preocupación entre los científicos sobre la posibilidad de que Bennu choque con la Tierra a fines del siglo XXII.

"Hemos hallado minerales ricos en agua de comienzos del sistema solar, que es exactamente el tipo de muestra que fuimos a buscar y finalmente traer a la Tierra", dijo el científico planetario de la University of Arizona Dante Lauretta, el investigador principal de la misión OSIRIS-REx, en una entrevista telefónica.

Los asteroides están entre los escombros dejados por la formación del sistema solar hace unos 4500 millones de años. Científicos creen que los asteroides y cometas que se estrellaron con la Tierra en sus primeras etapas podrían haber traído compuestos orgánicos y agua que propiciaron el origen de la vida en el planeta, y los análisis a nivel atómico de muestras de Bennu podrían brindar evidencia clave para apoyar esa hipótesis.

A lo largo de los próximos doce meses, trabajará en localizar un lugar idóneo para el aterrizaje en el asteroide, con el fin de comenzar a recoger muestras que puedan ser analizadas cuando la aeronave vuelva a casa. "Cuando la misión traiga a la Tierra las muestras de este material en 2023, los científicos recibirán un tesoro escondido de nueva información sobre la historia y evolución de nuestro sistema solar", dijo en un comunicado Amy Simon, científica del Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA en Maryland.

"Realmente estamos tratando de entender el rol que estos asteroides ricos en carbono jugaron en traer agua a la Tierra en su etapa inicial y volverla habitable", agregó Lauretta.

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