Una mujer de unos 50 años, estaba con un grupo de otros seis deportistas cuando se descompuso a unos 6.000 metros de altura sobre el nivel del mar y activaron el botón de emergencia del teléfono satelital para pedir auxilio. La andinista presentaba un cuadro de "mal de altura" con mareos y fuertes dolores de cabeza.

La víctima fue trasladada hasta el Puesto Cólera y este jueves  la llevaron hasta la Plaza de las Mulas desde donde comenzaron a descender junto a la Patrulla de Rescate, para llegar este viernes al Hospital Uspallata.

No es el primer rescate que se realiza durante la temporada 2018 – 2019, que comienza en noviembre y finaliza el último día de febrero. En diciembre un andinista español presentó un cuadro epiléptico por el cual tuvo que ser asistido y trasladado hasta el helipuerto ubicado en Horcones, desde donde fue bajado en ambulancia.

En enero una andinista alemana de 37 años, se encontraba junto a un guía y otro andinista acampando en Nido de Cóndores (5.500 metros) y comenzó a padecer problemas respiratorios, con un principio de edema agudo de pulmón y cansancio extremo, y debió ser internada.

Este lunes otra turista de Estonia, de 39 años, debió ser rescatada por un cuadro de ataxia (mala coordinación corporal) y somnolencia. Tras llegar a Horcones, fue trasladada en una ambulancia hasta el centro asistencial de Uspallata, donde quedó en observaciones.

Si bien hasta el momento no se han tenido que lamentar víctimas fatales, al margen de los rescates se ha registrado un total de 90 evacuaciones de andinistas en el Aconcagua. El comisario inspector Antonio Ibaceta, de la Patrulla de Rescate, aseguró que todas aquellas personas que deseen realizar el ascenso al Cerro Aconcagua deberán  tener en cuenta las siguientes  recomendaciones:

– Consultar las condiciones metereológicas con antelación y por el plazo de los próximos 7 días desde el momento del ascenso.

– Informar al grupo familiar sobre el ascenso a un Cerro y el tiempo estimado de duración.

– Tener condiciones físicas y conocimientos técnicos y equipamiento adecuados para realizar la actividad.

– Realizar estudios médicos previos a la actividad física y seguir las indicaciones de los guías.