Pilar era su nombre, y ella le hizo honor. Pilar de su familia, de su amor, de sus compañeros de radio, de los de la calle, de los de otros medios. Amiga de los animales, el cuidado del agua, la diversidad sexual, el medio ambiente, los derechos sociales y cualquier otra causa que implicara respeto, reivindicación y compromiso humano. Eso era, profundamente humana.

Nació en Buenos Aires, pero tomó la decisión de anclar en la tierra del sol y del buen vino. Se desempeñó en medios locales, terminando sus días en Radio Nihuil. Allí, además de ser cronista de exteriores, conducía “Los Vecinos” en la siesta mendocina.

Pilar González era incansable y sencilla. Falleció el 22 de diciembre de 2012,  dejando un sitio difícil de llenar en el periodismo mendocino, pero legó una lucha que hoy sus colegas abrazan.  Pilar fue una de los principales responsables de la recuperación del Sindicato de Prensa, ya que éste –con Roberto Picco y sus allegados a la cabeza–  cometió toda desleal atrocidad contra  los trabajadores y trabajadoras de la comunicación.

Chimi Ríos, reportero gráfico y una de las caras visibles del nuevo sindicato, contó al respecto: “El aporte de Pilar ha sido fundamental, por su trayectoria de lucha. De hecho, del Grupo UNO, el primer medio que empezó a luchar por sus derechos fue Radio Nihuil, donde estaba Pilar. Hay toda una generación de periodistas que ingresamos a los medios más tarde y, para nosotros, ella fue un referente fundamental. Su lucha la legitimó con su persona: confiable, transparente, honesta, consecuente en su forma de vida. Está tan viciado el gremialismo lamentablemente, que la figura de Pilar era valorada enormemente. Ella es un baluarte. Fue durísima su partida, pero es enorme su legado”.

Honrar la vida

El evento organizado el viernes pasado sobre Peatonal Sarmiento, que se inició con un espectáculo artístico, corresponde con lo establecido por la Ley 8457 de autoría de la diputada Sonia Carmona (FPV-PJ), por la cual se instituyó al día 8 de marzo como “Día de la Mujer del año, en reconocimiento al rol de las mujeres en las más diversas acciones de la vida cotidiana en pos de la igualdad de los derechos y la paz mundial”.

A 30 años de inicio de nuestra democracia, las mujeres destacadas en esta ocasión fueron 35. Susana Muñoz, Marisa Zulma García, Noemí González, Marita Perceval, Olga Bianchinelli, entre otras. Una mujer por departamento, y otras referencias de mujeres comprometidas con la defensa de los derechos políticos de las mismas.

En este homenaje se destacó en el reconocimiento post mortem a Pilar González, propuesto por la diputada Carmona, “por sus fuertes convicciones y eterno compromiso con sus ideales”.

Los familiares de la periodista aguerrida, que recibieron la entrega, fueron su mamá Nydia Báez y su esposo Jorge Vives. Acompañaron numerosas y numerosos colegas que aplaudieron su recuerdo, con ojos húmedos y comisuras temblorosas.

Por su parte, el vicegobernador Carlos Ciurca recibió un cuadro con su foto que luego será colocado en el Salón Rojo de la Legislatura.

Recuerdos que no voy a olvidar

Jorge Vives, su compañero durante 22 años, vio con buenos ojos la distinción nacida en la casa de las leyes. “Creo que todo homenaje  que se le pueda hacer a Pilar es merecido porque fue una mujer que dejó su huella en cada momento. Ella era una periodista que no era un personaje. En todo lo que tenía que ver con lo social, Pilar era una comprometida”.

Otro evidente aspecto a destacar de la comunicadora era su lucha laboral, por más y mejores derechos, por una profesión dignificada. Al respecto, Vives agregó: “Ella no era un periodista objetiva, no creía en la objetividad, estaba convencida de que todos tienen una postura, una formación cultural, un lugar ideológico. En todo caso, lo que se puede mantener es una equidistancia con los compromisos personales. Y decía que todo aquello que se consideraba desde la práctica periodística como ´objetivo´ era una hipocresía”.

La imagen de la Flaca, de caminar apurado y firme, trae recuerdos para Jorge: “Nosotros empezamos como cualquier 'gran' historia de amor. Cuando hicimos contacto visual fue un disparador, como un flash. Después se le fueron agregando otras cosas. La base de nuestro amor fue la admiración, porque era una mina comprometida, porque era muy grande. Tenía una gran dimensión. Donde ella desaparece, aparecen un montón de aspectos que me acercan ustedes, sus compañeros, de cosas que ella había hecho y nunca alardeó de haber hecho. Además de amarla profundamente, siempre sentí por ella admiración”.