Johana Fernández, Mirtha Barchiesi, Johana Chacón, Soledad Olivera, Patricia Maldonado, Paula Toledo: todas mujeres víctimas de violencia que fueron asesinadas por sus parejas o que un día desaparecieron y por las que nadie dio una respuesta. Sus rostros se repitieron en cientos de carteles en la segunda marcha #NiUnaMenos, que se realizó en el centro mendocino, al igual que en distintas ciudades del país.

Seis meses después de la primera marcha, las voces volvieron a unirse contra la violencia y los femicidios, que según el informe de La Casa del Encuentro sumaron 233 entre enero y octubre de este año.

Cientos de personas se congregaron en San Martín y Garibaldi en el Día internacional contra la violencia hacia la mujer y marcharon por las calles del microcentro. Pintadas, murgas, carteles con consignas contra la violencia, performances artísticas le dieron colorido a la movilización.

Varones y mujeres marcharon por calle San Martín y luego por Las Heras hasta llegar a Patricias Mendocinas, por donde caminaron hasta la entrada de la Legislatura. Ahí leyeron un documento y escucharon las voces de los familiares de las víctimas.

Rosa Barchiesi sostuvo en alto el cartel con el rostro de su hermana, Mirtha, que fue asesinada por su marido en 2011. Dijo que marchó para concientizar a la sociedad, para que entendamos que esto le puede pasar a cualquiera y para reclamar políticas de Estado tanto en la prevención como en la atención de las víctimas.

En el cartel con que marchó Lorena Fernández estaba plasmado el rostro de su hermana Johana, asesinada en septiembre de 2015 por su exmarido. La mujer comentó que es necesario entender que la violencia de género es un problema social, que deja niños huérfanos y familias destrozadas.

También marchó Silvia Minoli, la directora de la escuela Virgen del Rosario, de Lavalle, a la que asistía Johana Chacón y a la que asisten los hijos de Soledad Olivera, ambas desaparecidas y sin que nadie brinde respuestas. La docente dijo sentir tristeza de que no hayan sido miles y miles los que se manifiesten contra cualquier tipo de violencia contra la mujer.

Minoli comentó que, más allá del giro que dio la investigación por la desaparición de Johana Chacón, ya que su hermana Beatriz aseguró ante la Justicia que Mariano Luque –su expareja– la asesinó, ella y toda la comunidad no están de duelo sino que las siguen buscando con la esperanza de encontrarlas con vida.

Mumalá, Pan y Rosas, feministas autoconvocadas, Tupac Amaru, la Comisión de Mujeres de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO, ATE, SUTE Lista Marrón, Judiciales, medios de comunicación alternativos, fueron algunas de las organizaciones que participaron de la marcha.

Nicolás Nievas marchó junto a las mujeres. Explicó que cree en la lucha feminista, que es necesario cambiar la mentalidad de las personas, lograr que sean más abiertas y no vean al feminismo como un movimiento que está en contra de los varones.

Eva Butrón marchó con sus hijas, Agustina y Daiana Amarfil. Comentó que su hija mayor estudia en la UNCUYO, que la invitó a participar y que aceptó hacerlo para mostrar su repudio a la violencia y discriminación que sufre la mujer en distintos ámbitos.

Poco después de las 19, la columna llegó a Peatonal y frente a la puerta de la Legislatura leyeron un documento que consensuaron todas las organizaciones presentes. En el texto recordaron la lucha de las hermanas Mirabal, que fueron asesinadas por el dictador Leónidas Trujillo, y en homenaje a quienes se instituyó el día contra la violencia hacia las mujeres.

En el discurso, las organizaciones criticaron tanto al kirchnerismo como a los líderes del PRO. En cuanto al actual Gobierno, señalaron que en 12 años no destinaron ni un peso para erradicar la violencia contra las mujeres y que ni siquiera cuentan con una estadística fidedigna. También criticaron al líder de Cambiemos por no tener en cuenta la problemática.

La lectura del documento clarificó las exigencias de las organizaciones: que se dicte la emergencia, que existan refugios para contener a las víctimas, subsidios, asistencia psicológica y posibilidades reales de obtener un trabajo registrado y una vivienda. También pidieron que los jueces de la Segunda Cámara del Crimen, que absolvieron a Mariano Luque por el caso de Soledad Olivera, renuncien a su sus cargos en la UNCUYO. En el documento denunciaron además la persecución y criminalización que sufren travestis y transexuales, así como la falta de oportunidades laborales, lo que las obliga a prostituirse.

El encuentro concluyó con el grito de los nombres de las víctimas: Johana Fernández, Mirtha Barchiesi, Johana Chacón, Soledad Olivera, Patricia Maldonado, Paula Toledo: todas mujeres víctimas de violencia que fueron asesinadas por sus parejas o que un día desaparecieron y por las que nadie dio una respuesta.

Radio abierta

En la previa de la marcha, en la esquina de Peatonal y San Martín, se realizó una radio abierta, organizada por el IDEGEM junto a las mujeres de Lavalle. La conducción estuvo a cargo de los equipos de Un ramito de lavanda violeta, programa que emite Radio Universidad los jueves entre las 21 y las 22, y el de Cuestión de Mujeres, emisión lavallina emblemática, siempre comprometida con la búsqueda de Johana y Soledad.

La radio abierta arrancó a las 16.30 y durante dos horas, hasta el inicio de la marcha, hizo escuchar la voz de diferentes organizaciones, artistas y familiares de las víctimas de violencia de género.