Una manera de vivir

Testimonio de un diabético.

Una manera de vivir

Facultad de Ciencias Médicas

Especial Diabetes

Suplementos

Analía Sajn, becaria de Prensa de la Facultad de Ciencias Médicas

Publicado el 07 DE JUNIO DE 2016

Franco es diabético desde hace más de diez años y, ante la consulta de qué es la diabetes para él, responde sin demoras: “Para mí no es nada más y nada menos que mi manera de vivir”.

En febrero del 2002 fue diagnosticado como diabético y sometido a una catarata de estudios, a su manera de ver innecesarios. De un momento a otro “mi familia y yo estábamos inmersos en un mundo de incertidumbre, producto de esa falta de información”. Entonces tuvo la suerte de hablar con otra paciente con diabetes que le dio un gran consejo: “La diabetes no es otra cosa que una enfermedad que nos obliga a conocernos y a estar informados permanentemente”.

A partir de ese momento, su manera de ver las cosas cambió drásticamente. Entendió que la única manera de evitar esas famosas complicaciones de la diabetes era ser ordenado y sistemático, tanto a la hora de hacer las mediciones de glucemia como para aplicarse la insulina; tratar de hacer rutinariamente ejercicio físico y tener en cuenta las recomendaciones a la hora de comer. Fue así como aprendió, desde muy joven, a conocerse a sí mismo y a su enfermedad. “Pero en ningún momento sentí que esto fuese una condición que me impidiese hacer algo”, comentó Franco.

Recuerda que jugaba con los amigos del club mientras su padre lo vigilaba desde lejos y cada tanto lo llamaba para darle un poco de fruta, para evitar una hipoglucemia. Más adelante comenzó a ir a los viajes de estudio del colegio, donde profesores y amigos le ayudaron en todo momento. “Disfruté de mis viajes y de mis amigos como cualquier otro de mis compañeros y, sin duda, compartí con ellos los mejores momentos de mi vida. Jamás fue mi diabetes un impedimento para hacerlo”, dijo.

Luego tuvo que asumir un gran desafío, tanto para él como para su familia, como fue la decisión de estudiar una carrera universitaria. No fue fácil. “Mi vida cambió para siempre. Acostumbrado a las comodidades de mi hogar y a la ayuda de mi familia, tuve que entender que la única manera de llevar adelante mi enfermedad era ser lo más organizado posible, y de esa manera sabía que no iba a tener ningún tipo de complicaciones”. Hizo nuevas amistades, que supieron entender su situación y lo ayudaron incondicionalmente en todo. “Sin dudas es una experiencia necesaria para cualquier persona con diabetes, ya que de otra forma jamás va a poder tener total libertad en su enfermedad”.

“A mediados de 2015 tuve la oportunidad de conocer, gracias a la invitación de un docente, a un grupo de jóvenes con Diabetes Mellitus tipo I llamado 'Libertas Capitur', con el que empezamos a trabajar en pos de mejorar la calidad de vida de los otros pacientes diabéticos, a partir de nuestra propia experiencia. Pudimos organizar un encuentro donde intercambiamos experiencias entre los pacientes de varios años y ayudar a los que tenían la enfermedad más recientemente. La idea que más se reforzó en ese primer encuentro fue que no estamos solos en esto. Hay mucha gente dispuesta a ayudarnos y a compartir su experiencia”, cuenta Franco.

“Para mí la diabetes nunca ha sido una limitación, sino sólo una condición que me hace estar más atento a mí mismo. Por supuesto, esto no es un camino fácil y  sin lugar a dudas jamás podría transitarlo sin ayuda de profesionales y de mi familia”.

 

Por: Analía Sajn, becaria de Prensa de la Facultad de Ciencias Médicas