La Vendimia Gay ha cobrado mucho peso en los últimos años. Si bien es un evento que se celebra hace 21 años y que hace varios que forma parte del calendario oficial, desde hace apenas unos años se ha convertido en un espectáculo de dimensiones considerables, reconocido a nivel mundial y que convoca a espectadores de todas las orientaciones sexuales.

Año tras año, los candidatos, organizadores, músicos y bailarines se reúnen para dar forma a la Vendima que representa a la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales).

Pero, ¿qué pasaría si la Vendimia Oficial se fusionara con la Vendimia Gay?

Facundo Sebastianelli y Macarena Praviata, reyes de la Vendimia Gay 2015, se mostraron positivos. “La verdad que estaría bueno que sea un acto conjunto porque somos personas de la misma especie (risas), y no hay nada que nos separe, sólo la condición sexual, que es tan personal que queda entre cuatro paredes. Entonces, sí tendría que haber una sola fiesta, y tendría que ser una fiesta gigante, para toda la comunidad: hétero, gay, transexual, bisexual, lo que sea; gente que quiera disfrutar y que quiera pasarla bien”, dijeron entre los dos.

Por su parte, el creador de la Fiesta de la Vendimia Gay, Ricardo “Tito” Bustos, afirmó que ahora que la reglamentación ha cambiado y se permite que la reina pueda ser soltera, casada o madre, o que ya no es necesario tener una edad mínima para participar, bien podría postularse una travesti o una trans en la Vendimia oficial.

"Hay que pensar en el sentimiento y el pensamiento del mendocino común, que no le da tanto la cabeza como para decir que somos parte de un todo y podemos estar juntos en una fiesta, pero no somos iguales. Hay que darle a cada uno su espacio y convivir con las diferencias”, opinó.

Una utopía

La Turca, primera Reina Nacional de la Vendimia Gay, por el contrario, dijo que ambas Vendimias nunca podrán fusionarse, ya que “el mendocino es muy hipócrita. De hecho, chicas trans podrían ser reinas oficiales, pero nunca serían electas. Aunque estaría bueno, sería una utopía, y si alguna vez sucede, dudo que yo lo pueda ver”.

Como sea, ambos actos son importantes para la provincia y el mundo ya que, le pese a quien le pese, se trata de dos expresiones culturales que reflejan la cultura mendocina y la inclusión.