Mandatarios americanos, entre ellos Mauricio Macri, comenzaron este viernes en Lima la VIII Cumbre de las Américas. Entre los temas que se tocarán tendrán más relevancia el combate contra la corrupción y la resolución de la crisis en Venezuela.

El evento, que se celebra cada tres años desde 1994, había logrado una gran expectativa en materia de relaciones internacionales dentro del continente. Sin embargo, un revés diplomático puso en jaque la importancia de la cumbre y ahora se desconoce qué efectos concretos podrá llegar a tener en Argentina y el resto de América.

Es que luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció esta misma semana que cancelaría su visita al encuentro, el potencial de acción que el mismo tendrá sobre intrincados conflictos latinoamericanos como lo son los de la corrupción y el problema venezolano se vio menoscabado de manera considerable.

Y el revés para la VIII Cumbre de las Américas no acaba con Trump. Además del mandatario norteamericano, otros cinco presidentes a los que se aguardaba también anunciaron que no viajarán a Lima. Por ejemplo, el presidente de Cuba, Raúl Castro, tampoco estará presente. En su lugar asistirá su canciller, Bruno Rodríguez, quien ya llegó a Lima. También se espera que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se ausente de la cumbre en solidaridad con su par de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien Perú le retiró la invitación por su manejo del proceso político en su país.

La misión de Macri en la Cumbre de las Américas

Llegará a Perú para afianzar lazos internacionales, marcar su postura en relación con Venezuela y hablar sobre los aranceles al acero y al aluminio que Washington resolvió suspender a la Argentina.