Cinco de cada diez embarazos en la adolescencia son no intencionales y, en Argentina, 43.210 adolescentes de entre 15 y 19 años tuvieron un hijo o una hija en 2022. Mendoza no queda exenta de la problemática. Según el portal Infosalud, del Gobierno, en 2022 hubo 1556 nacidos vivos de jóvenes de 15 a 19 años y 38 de menores de 15 años. Para prevenir esta vulneración de derechos que limita la libertad y la autonomía, lanzaron la campaña #UnaCharlaMásFácil. Propone hablar con respeto, pero con más liviandad, del cuidado y de la salud sexual.

Si bien la tasa de embarazo no intencional en la adolescencia viene en descenso gracias al Plan ENIA, en algunas provincias continúa siendo alta. El Fondo de Población de las Naciones Unidas en Argentina (Unfpa, por sus siglas en inglés) se unió con el Consejo Publicitario Argentino (CPA) para generar #UnaCharlaMásFácil. Cuenta con la creatividad de la sede de VML y el apoyo de Brand Partners en relaciones públicas.

Para difundir, lanzaron dos videos cortos que muestran, con simpatía y cariño, cómo se pueden generar conversaciones entre padres, madres y adolescentes sobre anticoncepción y cuidado. Pero, además, la campaña tiene como soporte una plataforma web que da herramientas para que las familias o referentes afectivos de las y los adolescentes se interesen en habilitar y participen de momentos de diálogo sobre salud sexual.

“Recordar lo que nos pasaba y sentíamos cuando éramos adolescentes nos puede ayudar a acompañar mejor a quienes transitan esta nueva etapa. ¿Cómo nos sentíamos cuando nuestros cuerpos se iban transformando? ¿Qué dudas teníamos? ¿Nos animábamos a preguntar? ¿De dónde sacábamos las respuestas?”, introduce Unfpa en el material.

Algunos consejos son: hablar sobre sexualidad; despejar dudas sobre contenidos a los que se exponen en redes y otros medios que no siempre son adecuados a esa edad; generar un ambiente distendido y de confianza para el diálogo familiar, y disponerse a responder preguntas que pueden ser incómodas, pero inquietan a los y las adolescentes. La propuesta es conversar sobre las relaciones sexuales como momento de encuentro íntimo, corporal y emocional atravesado por el deseo y no por el objetivo de ser padres o madres.

Para eso, padres, madres y responsables afectivos de adolescentes pueden quitar presiones, desmentir mitos, mencionar los desafíos en la vida adulta que implica la maternidad o paternidad en la adolescencia; charlar sobre anticoncepción, educación sexual integral, aborto, infecciones de transmisión sexual. Estos temas eran tabú en el pasado, particularmente en las familias, pero los tiempos cambian y adaptarse es una forma de cuidar a chicas y chicos.

Reducir el embarazo adolescente genera impacto positivo en la economía

Según sostuvo Federico Tobar –sociólogo y asesor senior en fortalecimiento de sistemas de salud y financiamiento del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa)–, el embarazo adolescente es la mayor causa de pérdida de capital humano en América Latina. "El costo de prevenir un embarazo no intencional en la adolescencia es muy bajo comparado con los beneficios que ocasiona para la mujer y la sociedad en su conjunto", afirmó a Télam.

En Argentina, gracias al Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), en 2021 se registró el 57 % menos de embarazos adolescentes que en 2005. Tobar destacó que el impacto de esta política "redujo el costo de oportunidad" del embarazo no intencional en la adolescencia "en más de 280 millones de dólares anuales".

Además, puntualizó tres argumentos para promover el acceso a los anticonceptivos en general y para adolescentes en particular. El primero es sanitario: “En los países que están atravesando su transición epidemiológica, la salud reproductiva representa la cuarta causa más relevante en términos de carga de enfermedad (mortalidad y morbilidad)”. El segundo es desde un enfoque de derechos, para permitir decidir a mujeres y niñas cuándo quieren quedar embarazadas.

El tercer argumento es de desarrollo económico: “El acceso a los anticonceptivos modernos para las mujeres en edad fértil, pero en especial para las adolescentes, aumenta la productividad a nivel macro e impacta en la reducción de la pobreza a nivel micro", detalló el funcionario de Unfpa.