En el mercado vitivinícola comienza a introducirse el universo de las criptodivisas. Mike Barrow, empresario estadounidense propietario de Costaflores, una bodega ubicada en Perdriel, ideó una cosecha que aceptará como única forma de pago las Mike Tango Bravo 2018 (MTB18), un token (criptomoneda, o divisa digital) emitido este año.

Así funciona la estrategia: cada una de las MTB18 equivale a una botella de la cosecha del mismo nombre. El vino será vendido recién en 2021, cuando esté listo tras haber pasado los 12-14 meses en barricas de vino y tanques de acero y dos años en botella. La novedad es que la manera de adquirirlo será mediante estos tokens, que fueron puestos a la venta desde mayo en el sitio de compra y venta de criptomonedas Ripio al precio de $ 97,55.

En julio, se abrió el mercado de reventa para los 16 348 botellas producidas. La aspiración de Barrow es que la misma fluctuación del mercado de compra y venta de criptodivisas termine determinando el precio que pagarán los compradores del producto, que en 2021 podrán canjear los tokens por el vino. Los $ 97,55 son el costo que salió producir cada unidad, según informó Costaflores. Esta información puede verse en la página web oficial de la bodega.

Fuente: Sitio web de Bodega Costaflores.

Unidiversidad se comunicó con el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Sergio Villanueva, para conocer su opinión sobre la novedad. Se mostró entusiasmado y dijo que es interesante “porque apunta a un público más nuevo, más tecnológico, obviamente generacionalmente más joven, y eso está bueno, porque de alguna manera es una forma de innovación que debe hacerse”.

Sin embargo, fue cauto sobre la posible ampliación de la práctica a otras empresas. “El tema de las criptomonedas todavía es un hecho relativamente nuevo que también hay que analizar desde el punto de vista del consumidor (…) El vino tiene el problema de a veces ser muy conservador para adaptarse a las formas nuevas”.

Mike Barrow, el ideólogo detrás de la iniciativa.

El debate sobre el precio

Con este proyecto, aseguró el dueño de la bodega, quería ayudar a dar respuesta a la pregunta sobre el precio al sacar a la venta la botella, una cuestión difícil a la que se enfrentan muchos agricultores en el mundo del vino, “arbitrario” y lleno de “misticismo”, con vinos de calidad por unos pocos dólares y otros que alcanzan tres o cuatro ceros en su valor final.

Más allá de no tener ganancia directa, ya que los más de 16 mil tokens se vendieron al precio que costó hacer el vino, el titular de Coviar opinó que el proyecto traerá beneficios por otro lado: “Simbólicamente implica para esa marca ganar porque de alguna manera va a ser noticia. Como muchas cosas, a veces no son tan efectivas como negocio, pero sí arrastran al negocio porque lo ponen en un lugar de vanguardia”, manifestó al respecto Villanueva.