Un veterano de la Guerra de Malvinas busca recuperar el casco que le salvó la vida en la batalla de Monte Longdon y que 37 años después del conflicto será subastado en Inglaterra mañana con una base de más de medio millón de pesos. Jorge "Beto" Altieri está esperando que algún funcionario argentino lo ayude a negociar con el hombre que realizó la publicación en Internet. "No quiero que me lo regale; si me deja, puedo juntar plata para pagárselo, pero no llego a lo que está pidiendo”, declaró.

Altieri, en diálogo con Télam, afirmó: "Con mis compañeros combatí contra el Tercer Batallón de Paracaidistas británico en Monte Longdon, donde fui alcanzado por una esquirla de una bomba inglesa que mató a varios de los nuestros e hirió a muchos, y ese casco me salvó la vida".

El excombatiente dio detalles de la situación dramática que tuvo que vivir. “La esquirla me pegó justo en la frente, e incluso en las fotos de la página de subastas se puede ver el agujero que le dejó; a mí esa herida me sacó el ojo izquierdo y perdí tejido encefálico de la zona izquierda del cerebro que coordina la conducción del brazo derecho, la pierna derecha y el habla”, describió.

Altieri, agregó: "Todavía recuerdo lo fría que se sentía sobre mi cara la sangre que me brotaba de la cabeza, porque en el frío de las islas todo se congelaba enseguida. Mis compañeros me bajaron del monte al pueblo ni bien pudieron. Allí me hicieron curaciones y el 14 de junio me replegaron al continente sin darme cuenta de que el casco había quedado allá, donde lo encontró uno de los paracaidistas ingleses que habíamos combatido en el monte”.

Sobre cómo se enteró de la subasta, Altieri comentó: “Pensé que no iba a volver a ver ese casco que me salvó la vida nunca más, hasta que hace cuatro años, un muchacho me informó que estaba en una subasta en Internet en Londres. Yo al principio no lo creí posible, pero él me mostró las fotos en las que se veía el agujero de la esquirla, y la etiqueta que yo le había puesto con mi nombre y regimiento del lado de adentro”.

El veterano añadió que su amigo lo ayudó a entrar a la subasta por Internet e hicieron una oferta de 400 libras, pero faltando un minuto para el cierre, "este señor que ahora lo está vendiendo hizo una oferta de 800 y no nos dejó tiempo para responder”. Agregó: "En estos años nos comunicamos con él, le contamos la historia e incluso le ofrecimos hasta 1000 libras por el casco, pero primero se negó a venderlo y después nos pidió 5000 libras, que no podíamos juntar”, subrayó.

Altieri hace poco se enteró de que este hombre sacó el casco a una subasta que vence mañana y que le puso una base de 10 500 libras, cerca de medio millón de pesos argentinos. Al respecto, el excombatiente remarcó: "Eso me dejó muy dolido, pero hizo que mucha gente se pusiera en contacto conmigo para expresar su solidaridad. Ahora espero tener suerte y que algún funcionario estatal o alguien de la Cancillería pueda ayudarme a negociar con este señor. Yo no quiero que me regale el casco; si me deja, puedo juntar plata para pagárselo e incluso que gane algo por encima de las 800 libras que puso, pero no llego a lo que está pidiendo ni de casualidad”.

El excombatiente aclaró que hay un tratado que protege a los equipos que llevan puestos los soldados al momento del final de la guerra; el casco, el uniforme y el correaje deberían ser restituidos al soldado si está vivo y, si se lo puede identificar, como en este caso, solo se podrían incautar las armas. “Estoy esperando a ver qué pasa mañana con el cierre de la subasta para ver si hay ofertas o en manos de quién queda el casco, pero por ahora me va a quedar sentarme ante la computadora y ver las fotografías”, finalizó.