Godoy Cruz venció 2 a 0 a Tigre y festejó su histórico segundo lugar en la última fecha de la Superliga.

La previa fue con todo lo que un excelente equipo merece: llena de color y calor por parte de sus fieles hinchas. El pasillo de dirigentes, socios vitalicios y plantel quedó invisible de tantos papelitos que recibieron por parte de la hinchada, que buscaba celebrar el subcampeonato de la mejor manera. La previa cerró con un merecido homenaje a nuestro Himno Nacional, que cumplía un nuevo aniversario días atrás y acrecentó la ansiedad a poco más de un mes del Mundial. Fue un preámbulo de lujo para enfrentar a un Tigre necesitado con vistas a la temerosa tabla venidera de promedios.

Como se especulaba, los primeros dos minutos fueron invadidos por un aplauso general interrumpido por parte del público. La traducción fue simple: “Gracias, Godoy Cruz, por volver a escribir otra página dorada en nuestra historia”. A los treinta segundos de comenzar el partido, el Tomba estuvo muy cerca de abrir el marcador cuando Jalil Elías recibió un centro de Santiago García y la fortuna le sonrió a la visita. Fue el primer aviso de la clara postura de Diego Davobe: control del balón y presencia constante en terreno rival. 

Las posiciones de los jugadores bodegueros no fueron estáticas. El Matador lo padecía, aunque luego provocó el primer susto con un gol anulado a Jacobo Mansilla: indicio de que no todo estaba bajo control para Godoy Cruz, que a los 26 minutos se quedó con un hombre menos por la expulsión de Victorio Ramis, quien llegó tarde a la pelota y cometió una dura falta contra Julio Chiarini. Néstor Pitana le mostró la segunda tarjeta amarilla y luego la roja, después de que su asistente, Julio Fernández, le comunicara la gravedad de la infracción. A partir de ese momento, las protestas hacia el árbitro mundialista no cesaron.

La previsible merma en el rendimiento fue solventada con dos remates de Guillermo Pol Fernández; uno desde afuera del área, tras una buena acción de Ángel González, y otro de tiro libre, despejado de gran manera por Chiarini. A pocos minutos de finalizar el primer tiempo, el Expreso la pasó mal, pero gracias a Leandro Burián, el Tomba se fue al descanso con un empate parcial. 

Para alivio de todos, a los siete minutos del segundo tiempo llegó el primer gol de la tarde. El goleador de la Superliga, el “Morro” García, abrió el marcador y logró su gol número 17. Ante esto, Tigre tomó más riesgos, que no tuvieron éxito. Luego de algunas variantes, incluida la de Pol Fernández, los últimos quince minutos tuvieron emociones de todo tipo.

A los 35 minutos, el siempre colaborativo Fabrizio Angileri aprovechó un rebote del guardameta rival para enviar el balón al área, directo donde estaba González, quien definió y estampó el 2-0 definitivo. El resto del cotejo tuvo dos perlitas para destacar: Diego Viera corrió desde la defensa hasta el área contraria y por poco no convirtió un gol memorable; González y el Morro deleitaron a todos con una excelente jugada mal definida. Cerca del final, el uruguayo fue aclamado cuando fue sustituido.

Los fuegos artificiales concluyeron esta temporada soñada por muchos y hecha realidad por un equipo que ya no es del montón, se ganó el respeto de todos y, quién sabe, tiene guardado algo más para un futuro cercano.

Síntesis

Godoy Cruz (2): Leonardo Burián; Luciano Abecasis, Diego Viera, Tomás Cardona, Fabrizio Angileri; Jalil Elías, Juan Andrada, Guillermo Fernández, Ángel González; Santiago García, Victorio Ramis. DT: Diego Dabove.

Tigre (0): Julio Chiarini; Diego Sosa, Ignacio Canuto, Carlos Rodríguez, Maximiliano Caire; Jacobo Mansilla, Sebastián Prediger, Lucas Menossi; Matías Pérez García, Lucas Janson, Federico González. DT: Cristian Ledesma.

Goles: ST 7 min Santiago García y 34 min Ángel González (GC).

Cambios: PT 9 min Ramón Mierez por Federico González (T); ST 20 min Iván Bolaño por Diego Sosa (T), 24 min Fabián Henríquez.

Árbitro: Néstor Pitana.

Estadio: Malvinas Argentinas.