Un satélite nacional para las telecomunicaciones

¿Cómo es, cómo se construyó, cuánto costó y qué funciones cumplirá el ARSAT-1? Aquí, algunas respuestas.

Un satélite nacional para las telecomunicaciones

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Edición UNCUYO

Publicado el 16 DE OCTUBRE DE 2014


ARSAT-1 es un satélite de comunicaciones geostacionario construido por la empresa argentina INVAP y operado por la empresa propiedad del Estado argentino ARSAT. Originalmente, el lanzamiento estaba programado para mediados de 2012, fue pospuesto para 2013 y finalmente se realizará hoy con el cohete Ariane 5, a cargo de la empresa Arianespace, desde la Guayana francesa. Estará localizado en el slot geoestacionario en la longitud 72° Oeste.


"Luego del lanzamiento tenemos unos diez días de órbita de transferencia hasta llegar a la órbita geoestacionaria", explicó José Aurelio, jefe de Operaciones Satelitales de la Estación Terrena Benavídez.

Como todos los satélites de comunicaciones, son espejos recibiendo un haz de radiación electromagnética y, con sus sistemas de antena, «iluminan» un área mucho más amplia. Como las posiciones orbitales se agotan y hay algunas más valiosas que otras, el ARSAT-1 ocupa la de 72° O, con área de cobertura sobre la Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, y 3,5 kW de potencia en la banda Ku (uno de los rangos de frecuencias utilizados en las comunicaciones satelitales). A la Argentina se le asignaron las bandas Ku y C, y se sigue negociando la Ka (como ejemplos, la Ku tiene una longitud de onda mucho más corta, la lluvia la atenúa un poco, pero necesita antenas mucho más pequeñas y transporta mayor cantidad de datos en menos tiempo). El ARSAT-1 es puro Ku, ideal para datos y TV en una geografía como la argentina, con poca interferencia de tormentas. Es la más común y se utiliza sobre todo para voz, datos e imagen.
 

ARSAT-1 transportará un total de 24 transpondedores de la banda Ku IEEE (banda J OTAN) de los cuales 12 operarán a 36 MHz, ocho a 54 MHz y cuatro a 72 MHz. El satélite ofrecerá un amplio rango de servicios de telecomunicaciones, transmisión de datos, telefonía y televisión (incluyendo de transmisión directa en la norma DVB-S2) principalmente a lo largo de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. La cobertura llegará a las Islas Malvinas y al sector de la Antártida Argentina. El satélite lleva configurados los canales transmitidos por la Televisión Digital Abierta. También se anunció que se podrá utilizar para los cajeros automáticos ubicados en zonas remotas de la Argentina.

Posee 3,925 metros de alto y 16,416 de largo, con paneles solares extendidos y casi tres toneladas de peso. 


ARSAT-1 fue financiado, desarrollado y ensamblado en Argentina. Tras esto, el país se convirtió en una de las ocho naciones en el mundo que desarrollan y producen sus propios satélites geoestacionarios y, junto a Estados Unidos, son los dos únicos en el continente americano.
 

Para su construcción, el Estado argentino transfirió a la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales ARSAT S.A., dependiente del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, los activos de la empresa Nahuelsat S.A., que explotaba la posición orbital geoestacionaria 72° Oeste a través del satélite Nahuel 1A, de fabricación extranjera. Dicha posición continuó ocupada hasta principios de 2010 por el satélite, cuando este cumplió su vida útil.


El presidente de ARSAT, Matías Bianchi, destacó que este desarrollo tecnológico permitirá "beneficios concretos", como llegar a escuelas rurales u otros sitios a los que no se podía acceder a través de fibra óptica, además de bajar en forma progresiva las tarifas de telefonía celular, televisión por cable e Internet.


INVAP, ubicado en San Carlos de Bariloche, fue la empresa que desarrolló y armó el satélite a partir de los requisitos de Arsat. 

ARSAT tiene el mandato de contratar la ingeniería y desarrollo de sus satélites con manufactura nacional, las construcciones se hacen dentro del marco del proyecto Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones (SSGAT). Fue creada en 2006 para mantener las dos posiciones orbitales argentinas en el espacio.

Mientras tanto, también se trabaja en ARSAT-2, el cual cubrirá tanto Sudámerica como gran parte de América del Norte. Posteriormente, con ARSAT-3, el objetivo será abarcar todo el continente americano.

La construcción se inició en 2010. En febrero de 2013 se realizó el ensamblaje parcial de los módulos de servicio y comunicaciones; en los meses siguientes se practicaron ensayos ambientales y otras pruebas, que resultaron exitosas. 

El 31 de agosto de 2014, a bordo de un Antonov 124 ruso de la aerolínea Volga-Dnepr Airlines, viajó desde el Aeropuerto de Bariloche rumbo a Cayena, capital de Guayana Francesa; luego lo trasladaron por tierra hacia el Puerto espacial de Kourou. Allí también viajaron 30 personas relacionadas con el ARSAT-1.
                                          

La inversión total de ARSAT-1 fue de 280 millones de dólares. El lanzamiento del satélite cuenta con el respaldo de un broker internacional, cuyo contrato de seguro se firmó en abril de 2014, junto con el del satélite ARSAT-2. 

El 2 de octubre fue concluida la tarea de carga del combustible. El 80 por ciento se consumirá en el primer mes de operaciones y el 20 por ciento restante servirá para asistir a la nave en los 15 años de vida útil programados. El 9 de octubre el satélite fue acoplado al cohete lanzador Ariane 5. Además, los técnicos y científicos argentinos realizaron ensayos de prueba con los sistemas del satélite.

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