Un motín fue registrado en la Comandancia de la Policía de Carabobo, en la ciudad de Valencia, ubicada al norte de Venezuela. El hecho ocurrió la noche del pasado 27 de marzo y, hasta el momento, ha dejado un saldo de 68 muertos, según se indicó desde el Ministerio Público del país. Se estima que el principal desencadenante del suceso fue un enfrentamiento entre los reclusos.

Fuentes policiales indicaron que los presos viven hacinados en las instalaciones y que ese podría haber sido el motivo del incendio, pero la ONG Una Ventana a la Libertad –la principal del país en defensa de los derechos de los presidiarios– adelantó la posibilidad de que un motín haya provocado la tragedia. La gran mayoría de las víctimas habrían perdido la vida a causa de asfixia.

En tanto, los familiares responsabilizaron de manera directa a la ministra del Poder Popular para el Servicio Penitenciario de Venezuela, Iris Varela, y al Ministerio del Servicio Penitenciario. Carlos Nieto, presidente de la ONG mencionada, aseguró que la situación se ha denunciado durante años y que todos los cuerpos policiales del país se encuentran en estado de caos por el hacinamiento en las celdas, debido a que el gobierno prohíbe el ingreso de nuevos reclusos en las cárceles si no son autorizadas por el Ministerio.

Según indicó La Nación, los cálculos de Una Ventana a la Libertad muestran que el hacinamiento supera el 300 % en las comisarías venezolanas. También se trataba de la principal queja de los reclusos en PoliCarabobo. La estampa habitual son los calabozos saturados, construidos para 40 personas y con más de 100 en su interior "en condiciones de insalubridad".

En ese mismo sentido se expresó Luis Ortega, un fiscal general exiliado, quien aseguró que es "muy grave lo que está ocurriendo con los privados de la libertad en la Comandancia de la Policía de Carabobo. El gobierno de Venezuela desmontó el Estado para controlar y manipular la información oficial de violaciones de derechos humanos. Los familiares de las víctimas merecen la verdad".

Por otro lado, desde el gobierno de Carabobo declararon que aún están determinando con exactitud la cantidad de víctimas del hecho. Sin embargo, no descartan que este motín ya haya superado a las otras ocurridas durante el gobierno de Nicolás Maduro, como las de la cárcel de Uribana –con 61 y 33 víctimas mortales– y la de Amazonas del año pasado, que se cobró la vida de 38 personas.