Jésica Carvalho dice que la ausencia de su hija Tania Páez es tremenda y que su familia quedó destruida desde ese 9 de diciembre de 2014, cuando el policía Antonio Cruz –que conducía borracho– atropelló a tres adolescentes, dos de las cuales murieron días después: Tania y Lorena Castro. Desde ese momento, Jésica entendió lo que significaba la violencia institucional y por eso estará presente en las actividades organizadas por el Mes de Lucha Contra la Violencia Institucional.

A las madres las acompañarán sus vecinos, sus amigos y los integrantes de la Campaña Nacional Contra la Violencia Institucional, una organización social con presencia en todas las provincias que busca visibilizar los casos de hostigamiento, persecución y violencia cometidos por miembros de la fuerza de seguridad. La organización elaboró un cronograma de actividades que comenzó la semana pasada como parte del Mes de Lucha contra la Violencia Institucional, que se celebró el 8 de mayo, instituido por ley del Congreso nacional en conmemoración de la masacre de Budge, cuando tres policías de la bonaerense asesinaron a Agustín Olivera, Oscar Aredes y Roberto Argañaraz.
 

Sin protección

Jésica Carvalho marchó junto a las madres de otros jóvenes que fueron asesinados por uniformados o que murieron en circunstancias poco claras luego de ser detenidos, como Leonardo Rodríguez, Willy Gil y Cristian Reyes.

Jésica intenta seguir adelante con sus otros tres hijos y sobreponerse a la ausencia de Tania. Dice que su muerte no se repara con nada, que es tremendo cuando el mismo sistema policial y judicial, que debería cuidar a los ciudadanos, es el que agrede y el que se defiende de los vecinos.

Tania y Lorena, las adolescentes que fueron asesinadas por el policía Cruz, quien manejaba borracho.

En diciembre de 2015, el policía Antonio Cruz fue condenado a cuatro años de prisión por haber atropellado en estado de ebriedad a Tania y Lorena –que murieron días después– y a Melanie Pereira, que sobrevivió luego de un mes de internación. Otra vez, Jésica pidió Justicia por su hija y sus amigas, porque consideró que el juicio no fue justo, ya que no se debía realizar en un juzgado correccional sino en uno criminal.

Por esto, el abogado de la familia, Lucas Lecour, presentó un recurso de casación que está en la Suprema Corte de Justicia, en el que solicitó que se revea la sentencia y se juzgue al policía como autor de un homicidio culposo, que tiene penas que van de los 8 a los 25 años. La mamá de Tania espera que el máximo tribunal resuelva en breve y que comprenda que no se puede juzgar a Cruz como si hubiera sido el causante de un simple accidente, sino como un policía que conducía borracho, sabiendo los riesgos que eso implicaba para las personas.
 

Mes contra la violencia

Además de la marcha que realizó un grupo de madres alrededor de Tribunales, la Campaña Contra la Violencia Institucional preparó un cronograma de actividades. El domingo 8 de mayo se realizó la jornada “Ayer dictadura militar, hoy violencia institucional” en el  Barrio Furió de Guaymallén. Allí un grupo de artistas pintó un mural en homenaje a Daniel Romero, detenido-desaparecido de la última dictadura cívico-militar. 

Las actividades continuarán el viernes 20 de mayo con la charla debate “Cada derecho se conquista en la calle”, que se realizará a las 15.00 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO. El miércoles 1.º y jueves 2 de junio, a las 15.00, se realizará un encuentro taller sobre derechos en la escuela Molinero Tejeda de Las Heras.

La última actividad prevista se realizará el sábado 4 de junio a las 15.00 y será un festival en el barrio Parque Sur, justamente el lugar donde vivían Tania y Lorena, las dos jóvenes asesinadas por el policía Cruz.

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