El árbol es un símbolo mendocino, ya que es por él que se conquistó el desierto en el que vivimos. Mendoza se caracteriza por su arbolado, pero algunos ejemplares se han secado por los años y el clima. Uno de ellos se encontraba en la Plaza Independencia. Era un eucalipto y significaba un riesgo para todos. Por este motivo, el municipio de Capital decidió cortarlo. Para embellecer más la ciudad, tomaron la decisión de hacer arte con el tronco muerto, por lo que el escultor Federico Arcidiácono puso sus manos a la obra.

Arcidiácono comentó que desde el año 2013 se realiza en la provincia el encuentro de escultores que promueven este tipo de inciativas. El escultor afirmó que el objetivo de este evento es que se pueda construir un museo de esculturas en la vía pública. Un gran punto a favor en esto es que las obras que se construyen no están en un lugar cerrado a disposición de algunos solamente. En la calle todos pueden apreciarlas y además, pide la colaboración de todos: “Debemos cuidar esto que muestra nuestra historia, ya que con una sola campaña no podremos salvar la arboleda de todo el municipio”.

Esta pasión por crear arte en lo muerto no es fácil. Federico confiesa que él elige reflexionar acerca de la vida, emociones y sus vivencias más profundas para realizar sus obras. Este proyecto no termina acá: la idea es poder hacer documentales para que la gente aprenda de la historia de los árboles porque muchos mendocinos no tienen idea de lo que esto significa.

Uno de los problemas al momento de hacer este trabajo, cuenta Federico, es que mucha gente los reprocha y los señala pensando que ellos han cortado el árbol. El encuentro de escultores ha sido difícil. El artista confiesa que el único municipio que le ha dado su apoyo es Godoy Cruz: “Como colegas no damos en la tecla para mantener un proyecto vivo”.