La tenacidad de la comunidad educativa de la escuela Virgen del Rosario, de Lavalle, evitó que Mendoza se olvidara de Johana Chacón y de Soledad Olivera, dos chicas que desaparecieron en la localidad de Tres de Mayo y de las que nada se sabe desde hace dos años. El encuentro "Unimos nuestra voces", que se realizó el sábado en la plaza Independencia, fue el fruto de esa tenacidad, aunque las maestras y la directora dicen que el objetivo final no se cumplió y que seguirán luchando hasta que las dos mujeres aparezcan con vida.

El encuentro fue organizado al cumplirse dos años de la desaparición de Johana Chacón, que fue vista por última vez el 4 de septiembre de 2012, cuando bajó del micro que la trasladó desde la escuela hasta la finca en que vivía. Pero también fue el momento para pedir por la aparición de Soledad Olivera y de todas las mujeres que hoy son buscadas en el país. Sus caras estaban visibles en un enorme paño, otra vez, como una muestra contra el olvido.

Los rostros de Johana y Soledad presidían el escenario por el que desfilaron artistas durante toda la tarde. Participaron músicos y voces reconocidas, otros que no lo son tanto, todos con la misma consigna: unir las voces y cantar, para que nadie se olvide de las desaparecidas en democracia, para obligar a la Justicia a buscar respuestas, para que la sociedad deje de lado la indiferencia y entienda que esas mujeres pueden ser sus hermanas, sus madres, sus vecinas.

Los números musicales se fueron intercalando con la historia de la adolescente lavallina que el 4 de septiembre cumplió 15 años, con los pormenores de su desaparición, con los avances y retrocesos en las causas judiciales que se abrieron para saber qué le pasó y que aún no dan respuestas. También con la historia de Soledad Olivera, madre de tres chicos que asisten a la escuela Virgen del Rosario y que desapareció un año antes que Johana, el 18 de noviembre del 2011.

Los locutores contaron cuál es el avance de las causas judiciales. En el caso de Johana hay dos investigaciones abiertas: una, con la hipótesis de homicidio, que está en manos del fiscal de Delitos Complejos, Santiago Garay; otra, con la hipótesis de trata de personas con fines de explotación sexual, que está a cargo del fiscal federal subrogante Fernando Alcaraz.

Justamente, cuando se inició esta última investigación, el fiscal dio intervención a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) y uno de sus representantes estuvo el sábado en el encuentro. Francisco Fuksman subió al escenario y destacó la importancia del papel de la comunidad frente a este tipo de situaciones. Dijo que la organización y el monitoreo constante de los avances o retrocesos en las causas son clave para que no se abandone la búsqueda y para obligar a la Justicia a dar respuestas.

Fuksman contó que desde que intervienen en el caso están valorando si las desapariciones tienen relación con la trata de personas con fines de explotación sexual, por lo que están tomando medidas que no especificó, siguiendo los lineamientos que marca el fiscal federal que interviene.

El representante de Protex repartió en la plaza afiches con las caras de Johana y Soledad y con los teléfonos de la Procuraduría, a los que se puede aportar cualquier información sobre las chicas mendocinas o sobre cualquiera de las personas desaparecidas en el país.

Los locutores también contaron cuáles son los avances en la investigación por la desaparición de Olivera. Por este caso hay un detenido, Mariano Luque, imputado por privación ilegítima de la libertad. En breve, el fiscal elevará el pedido a juicio de la causa.

El encuentro surtió efecto. No sólo congregó a muchas organizaciones y personas interesadas en la aparición de Johana y Soledad, sino porque colaboró para que muchos transeúntes que caminaban por la plaza se enteraran de las desapariciones y de la lucha que se lleva adelante por encontrarlas.

También sirvió para brindar información sobre el delito de trata de personas, la importancia de hacer la denuncia en las primeras horas de la desaparición de una persona y dónde y cómo debe hacerse. Fue el momento para reconocer la lucha de Susana Trimarco, madre de Marita Verón, quien visibilizó el tema de la trata de personas con fines de explotación y fue una figura clave en la sanción y puesta en práctica de la ley que establece penas para este delito.

Muy cerca del escenario se ubicaron las maestras de la escuela Virgen del Rosario, con su directora Silvia Minoli a la cabeza. Las mismas que desde que se enteraron de la desaparición de Johana y Soledad decidieron visibilizar los casos y evitar que fueran olvidadas.

Con una remera con las caras de Johana y Soledad, Minoli aseguró que sigue creyendo en la justicia y que no pararán hasta encontrar con vida a las dos mujeres. Aunque el encuentro reunió a muchas personas, la directora soñó con una plaza colmada, porque sería un signo claro de que los ciudadanos son solidarios, de que abandonaron el egoísmo y de que entienden que estas chicas podrían ser parte de sus familias.

“Me siento incompleta”, fueron las palabras de la directora. Le falta la adolescente que fue su alumna y que hoy ya estaría cursando el secundario, y la mamá de tres chicos que asisten a la escuela y que están a cargo de sus tías.

En el corazón de la plaza Independencia las voces de muchos artistas se unieron para cantar, para crear conciencia sobre el delito de la trata de personas; para pedir, otra vez, por la aparición con vida de Johana y Soledad.