Hallaron un cementerio indígena a cuadras del rascacielos más alto de Latinoamérica

El Colegio de Arqueólogos de Chile encontró cerámicas y restos humanos pertenecientes a la cultura Llolleo, que habitó la región central del país trasandino entre los años 200 y 1200. "Es el cementerio indígena más grande del Chile central”, explicaron los investigadores.

Hallaron un cementerio indígena a cuadras del rascacielos más alto de Latinoamérica

En la excavación hallaron tumbas, vasijas con restos de moliendas, ajuares funerarios y collares. Foto: Clarín.

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Publicado el 05 DE SEPTIEMBRE DE 2017

El Colegio de Arqueólogos de Chile encontró un tesoro indígena de la cultura Llolleo, que habitó la región central del país trasandino entre los años 200 y 1200. Según informaron los investigadores, se trata de 60 tumbas y 96 vasijas, más restos de ajuares funerarios y collares. "Es el cementerio indígena más grande del Chile central”, explicó a La Nación Verónica Reyes, magíster en etnohistoria de la Universidad de Chile.

Los primeros hallazgos se hicieron en 2012, mientras se realizaban las obras para ampliar la Línea 6 del Metro de Santiago. A partir de ese momento, un equipo dirigido por Reyes comenzó a levantar una por una las piezas encontradas hasta que se llegó a la conclusión de que allí, en el mismo lugar de la perforación y a diez cuadras del rascacielos más alto de Latinoamérica –el Sky Costanera– yace un cementerio indígena.

“Y hay más vestigios –agrega Reyes–. En piques cercanos a Europa encontramos sólo la fragmentería, la parte habitacional. Ya teníamos antecedentes de que había restos prehispánicos en los alrededores. De hecho, el cementerio Europa colinda con un edificio que se construyó varios años antes y continuaba hacia donde ahora están los estacionamientos".

Aún faltan datos

El análisis de los restos aún no ha sido completado. Sin embargo, algunos datos ya fueron arrojados como, por ejemplo, el hecho de que todos los esqueletos se encontraban flectados, "incluso hiperflectados, en posición que implica algún tipo de amarra, sentado, con las rodillas pegadas al pecho, a la cara. Algunos estaban verticales y otros acostados, pero casi todos acurrucados, muy pocos extendidos".

Reyes llama la atención sobre el hecho de que los Llolleo excavaran en la grava, en estratos de áridos de gran tamaño que arrojó el río Mapocho cuando se produjeron grandes crecidas, a diferencia de otros cementerios incaicos encontrados en Santiago, que estaban en otro tipo de depósito sedimentario, en un limo. "Nunca se habían encontrado restos prehispánicos en el estrato de grava. El cementerio está a tres cuadras del río Mapocho, ellos hacían hoyos dentro de estas gravas y se enterraban ahí, a cierta profundidad (las osamentas estaban entre 30 centímetros y dos metros bajo tierra). Incluso hay algunos restos superpuestos", cuenta la investigadora.  

Un sitio prolífico

Según Reyes, este sitio es el que más inhumaciones y cerámicas ha aportado en el Chile central. Debido a la posición de los cuerpos, se puede dar cuenta de un patrón mortuorio. "El cementerio aporta tipos morfológicos y decorativos nuevos, aunque los restos estaban súper mal conservados. Tenían gran aporte de agua, de humedad, muy erosionados. Cuando los levantabas, te quedabas prácticamente con pequeñas astillas en la mano", dice la especialista.

Reyes dice que es posible que los trabajos de las nuevas líneas del Metro de Santiago, e incluso las obras subterráneas de algunos edificios que se levantan en el sector oriente de la capital chilena, saquen al descubierto nuevos hallazgos indígenas, así como también ruinas de la Colonia y de la República en distinto estado de conservación.

Las cerámicas fueron llevadas hace dos meses al Museo de Historia Natural, después de su análisis, mientras que los restos humanos serán llevados al mismo lugar cuando los estudios terminen.

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