Mendoza sentirá el cimbronazo del recorte que realizará el Gobierno nacional –y que exige a las provincias– para alcanzar las metas que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que se reducirán los fondos que hoy recibe por fuera de la coparticipación. Pese a esto, la Provincia está en mejor situación que otras para enfrentar el ajuste, debido al orden fiscal que alcanzó.

Ese es el análisis que hizo sobre el ajuste que se avecina el economista Raúl Mercau, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCUYO, rector de la Universidad Champagnat y ministro de Producción durante la gestión de Celso Jaque.

Los funcionarios nacionales anunciaron hace unas semanas la necesidad de realizar un recorte para alcanzar un déficit fiscal del 1,3 % en 2019, tal como acordó con el FMI, lo que significa 300 000 millones de pesos menos. Si bien, en un primer momento, el Ejecutivo anunció que achicaría el 50 % y que el 50% restante les correspondería a las provincias, luego se comprometió a asumir el 66 % de la baja. Es decir que la Nación deberá recortar unos 200 000 millones de pesos, mientras las provincias deberán afrontar un achique de 100 000 millones de pesos.

Los ministros de Hacienda y del Interior, Nicolás Dujovne y Rogelio Frigerio, comenzaron una ronda de encuentros con gobernadores y sus equipos para acordar por dónde pasará el recorte. Y aunque luego de las primeras reuniones no hubo un informe oficial, los medios de comunicación publicaron los recortes que deberán enfrentar las provincias, y específicamente los 4000 millones de pesos que deberá resignar Mendoza.

En Mendoza el recorte sería de más de $4000 millones

El Gobierno nacional asumirá el 66 % del ajuste para aliviar a las provincias.

El ministro de Hacienda de la provincia, Lisandro Nieri, no dio detalles respecto de las negociaciones y a través de su encargado de prensa comunicó que no hablará sobre el tema hasta tener los números finos y determinar con claridad por dónde pasará la tijera. Pese a esto, tanto él como el gobernador, Alfredo Cornejo, aseguraron que no se recortará el presupuesto de obras públicas, cuya ejecución está en marcha.

Doble impacto

Consultado por Unidiversidad, el economista Raúl Mercau aseguró que, si bien no hay datos oficiales y teniendo en cuenta las cifras publicadas, el cimbronazo se sentirá no sólo por el recorte que debe hacer Mendoza, sino porque el que haga la propia Nación terminará afectando a las provincias.

Para Mercau, la reducción tendrá dos vertientes: la primera es la que deberá hacer el Ejecutivo mendocino (esos 4100 millones de pesos), que puede impactar en menos obras; la segunda son los recortes que hará la Nación, que también impactarán en la Provincia, a través de obras que no se financien y de las transferencias directas de fondos que recibe Mendoza por fuera de la coparticipación.

El economista comentó que estas transferencias directas están relacionadas, por ejemplo, con los fondos provenientes de la soja, el incentivo docente, los aportes discrecionales, financiamiento para algunas obras viales y para programas de salud, entre otros, por lo que algunos se podrían reducir.

Mercau recalcó que la reducción de la obra pública no sólo implica que no se realice un proyecto en particular, sino que es una actividad de derrame, teniendo en cuenta el impacto que tiene en el empleo. Es más, dijo que fue el motor de reactivación de las estadísticas de empleo en los últimos meses en Mendoza.

Mercau destacó que los recortes también afectarán las arcas departamentales, ya que en muchos casos reciben fondos a través de transferencias nacionales directas para distintos proyectos.

Orden fiscal

Como contrapartida, el experto aseguró que Mendoza está en una mejor situación que otras provincias para sobrellevar los movimientos.

En este sentido, recalcó que la actual gestión logró orden fiscal y equilibrio, a lo que se suma que tiene recursos propios y no depende tanto de Nación, como, por ejemplo, los casos de San Luis o La Rioja.

Para Mercau, la actual gestión provincial ha sido más eficaz en lograr un orden y equilibrio fiscal que la Nación, aun cuando son del mismo signo político. Pese a esto, señaló dos problemas: el primero es el endeudamiento público –en especial los intereses de la deuda, que entre enero y marzo de este año alcanzaron los 1965 millones de pesos, es decir, más de lo que se recauda por los impuesto Inmobiliario y Automotor–; en segundo lugar, los niveles de inflación, aunque reconoció que en este aspecto es poco lo que puede hacer la Provincia, ya que es un tema nacional.