La revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el NAFTA, sigue en lo más alto de la lista de prioridades del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Pero la intención del republicano, pese a sus constantes críticas al acuerdo, no es “despedazarlo” sino “ajustarlo” a las necesidades estadounidenses, aseguró un asesor del equipo de transición de Trump.

“No creo que estemos buscando despedazar el NAFTA, sino que lo que queremos hacer es ajustarlo a la medida adecuada y hacerlo más justo”, dijo Anthony Scaramucci. El asesor de Trump habló ante un grupo de altos empresarios reunidos por un grupo bipartidista, No Labels, en Washington para discutir los planes económicos del presidente electo y, según el diario The Hill, que fue el que reveló el encuentro, para intentar apaciguar sus inquietudes ante las amenazas proteccionistas del próximo inquilino de la Casa Blanca.

Trump hizo de las críticas al NAFTA y a otros acuerdos comerciales, como el TPP, uno de los pilares de su campaña, junto a los insultos a los inmigrantes mexicanos y la promesa de construir un muro fronterizo con México. Ha adelantado que una de sus primeras decisiones tras instalarse en el Despacho Oval, el 20 de enero, será “negociar o abandonar” el NAFTA.

La semana pasada escogió para su primer acto multitudinario desde la noche electoral una visita a la empresa Carrier, en Indiana, para anunciar el rescate de 1000 empleos de esa fábrica de aparatos de aire acondicionado que planeaba llevarse parte de su producción a México. “Las compañías no volverán a marcharse de Estados Unidos sin consecuencias”, prometió entre aplausos de los trabajadores, ante quienes volvió a criticar duramente el acuerdo comercial norteamericano. “Tenemos NAFTA, que es un desastre total y completo”, aseveró.

Pese a los constantes ataques a México, donde hay una profunda preocupación ante el impacto de Trump en su economía, Scaramucci aseguró a los empresarios que el magnate mantiene una “gran relación” con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a quien provocó una profunda crisis política después de visitarlo de forma intempestiva en agosto. “Hablan de forma regular”, agregó el asesor sin dar más detalles.

Aunque Trump y Peña Nieto confirmaron poco después de la victoria electoral del republicano su intención de retomar el diálogo e incluso verse antes de la toma de posesión del magnate, por el momento no se ha fijado una fecha para ese encuentro.