Donald Trump firmará el pacto de financiación que legisladores demócratas y republicanos han cerrado y que no cumple con su gran exigencia inicial de 5.700 millones para empezar a construir el prometido muro en la frontera con México. Declarará una emergencia nacional, lo que le permitiría construirlo igualmente con fondos para combatir catástrofes naturales. Así lo anunció este jueves por la tarde el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell y lo confirmó la Casa Blanca.

El coste global de construir el muro es de unos 25.000 millones de dólares y lo que el presidente republicano reclamaba en este paquete legislativo era una partida de 5.700 millones para empezar. Pero lo que se le ha permitido son 1.375 millones de dólares para mejoras en la vigilancia en la frontera, más agentes para patrullar y ayuda para los indocumentados detenidos. El muro contará con 88 kilómetros de “vallas” y “barreras”, pero sin mención alguna a la muralla de hormigón que deseaba.

La líder demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, advirtió que se trataba de una emergencia "creada por él" en un uso poco ortodoxo del poder presidencial. La Constitución de EE UU establece que no se puede desviar dinero alguno desde el Tesoro sin una ley del Congreso, pero una ley de 1976 autoriza al presidente a arrogarse poderes especiales en casos de emergencia.

La estrategia de Trump es para obtener recursos que podrían proceder del Departamento de Defensa. Su justificación es que EE UU sufre una situación de crisis migratoria que no se sostiene con las cifras: aunque el número de familias que llegan a la frontera sin papeles y pidiendo asilo sí ha alcanzado un récord, el número de personas que cruzan ilegalmente se encuentra lejos de su máximo de hace dos décadas.

El Senado aprobó el paquete presupuestario pactado entre republicanos y demócratas con una amplia mayoría, 83 votos a 16, y la Cámara de Representantes lo hizo con 300 votos a favor y 128 en contra. Éste debate retrasó el acuerdo sobre el presupuesto en diciembre y, debido a la paralización de los fondos, se desencadenó el cierre parcial del Gobierno más largo de la historia, porque sus legisladores no se ponían de acuerdo.