Virginia Valentini, Camila Arias y Carolina Virdó se convirtieron este jueves 6 de diciembre en las primeras egresadas de la carrera de Arquitectura de la UNCUYO, que se dicta en la Facultad de Ingeniería. Fue en 2012 cuando se abrió esta línea académica y las graduadas valoraron la posibilidad de estudiar en la universidad pública.

Virginia Valentini comentó, en diálogo con Unidiversidad, que fueron 60 estudiantes los que comenzaron en 2012, cuando se abrió la carrera. Camila Arias agregó que la mayoría eran mujeres y ambas coincidieron en que algunos y algunas se cambiaron de profesión, pero un gran grupo están próximo a recibirse. 

Ellas defendieron su tesis el pasado jueves 6 por la tarde. El nombre del trabajo fue "San Agustín siembra vínculos". "Se trata de un asentamiento vulnerable en el distrito de Colonia Segovia, de Guaymallén", contó Virginia, y explicó que ellas plantearon "un abordaje urbano integral y la construcción de un centro de nutrición comunitaria, abordando la nutrición de forma integral desde la perspectiva de educación, de desarrollo de hábitos familiares y comunitarios".

"Fue una motivación por parte de las tres por abarcar sectores de la sociedad que actualmente creemos que están relegados. Nos pareció muy importante que desde la Universidad saliera esta iniciativa con una mirada social que también caracterizó a nuestra carrera", explicó la joven arquitecta. A esto, Camila sumó: “La sustentabilidad es algo que nos han inculcado desde primer año. Nosotras lo hemos sentido mucho y es algo que tenemos muy naturalizado. Creo que fue un gran aspecto positivo de la carrera y ver la sustentabilidad también desde todos sus aspectos: económico, social y bioclimático”.

Por otro lado, las egresadas se mostraron muy emocionadas de ser las primeras en recibirse en la UNCUYO. Con respecto a ese recorrido, Virginia comentó que, al ser la primera camada, nunca tuvieron a alguien de referencia, pero esto también les permitió, como estudiantes, ser más creativos y vivir "los pasos en ciego". Camila, en tanto, consideró fundamental el trabajo en equipo de todo el grupo que empezó en 2012. 

“Al principio, cuando entramos, éramos muchas más mujeres que hombres. (...) Pero siempre fue un grupo de mujeres muy unido, que fue el que llegó a estos niveles de la carrera. Fue ese apoyo mutuo y ese buen equipo de trabajo que logramos formar. Con los hombres también tenemos buena relación, tenemos un grupo muy lindo, pero se nota esa diferencia de la cantidad de chicas que está hoy en la carrera de Arquitectura", dijo Camila.

Esta joven de 25 años relató que desde chica le gustaba la arquitectura. "El construir me llamaba la atención. No sabía, en ese momento, muy bien la diferencia entre arquitectura, ingeniería y eso. Tuve una formación de maestra mayor de obra y salí de la escuela técnica sabiendo que quería seguir arquitectura. Me vine a vivir a Mendoza (yo soy de Caleta Olivia, Santa Cruz), porque mi hermana había venido a vivir acá y fue justo ese año que se abrió la carrera en la universidad pública. Entonces todo coincidió para que pudiera estudiar. Creo que me facilitó muchas cosas estudiar en la pública porque era un gasto enorme pagarme una universidad privada y un departamento, y todo lo que implica mudarse para poder estudiar", contó.

Por otro lado, Virginia se había decidido en su último año del colegio, pero también le gustaba desde su niñez. “Yo, en el último año del colegio, ya sabía que quería estudiar arquitectura porque siempre me gustó mucho y había rumores de que se iba a abrir la carrera en la Universidad. Entonces empecé un preuniversitario particular, por si llegaba a abrir; si no, iba a ir a la privada. Cuando se dijo que se abría el pre y todo, me metí directamente y me gustó. En realidad, me incliné por la de Cuyo por el prestigio que tiene la Universidad. Obviamente, al ser una carrera nueva, nos estábamos arriesgando a ver qué pasaba, pero por suerte salió todo muy bien y la carrera cumplió con todas mis expectativas”.