En Mendoza, tres de cada diez trabajadores poseen un empleo informal, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). La informalidad fue del 34,6 % en los primeros meses del año y no mejoró con respecto a 2016. La CTA local apuntó que la medición oficial realiza una “precarización encubierta”, ya que iguala a quienes cobran sueldos altos con aquellos que, pese a estar “en blanco”, ganan menos de $ 6000.

La informalidad laboral alcanza al 34,6 % de los asalariados de Mendoza, una baja de dos puntos respecto al 36,9 % del último trimestre de 2016 y apenas debajo de la media nacional (33,3 %). Con respecto a Cuyo, el empleo “en negro” trepa al 39,6 %, mientras que en San Luis se ubica en el 29 %, lo que da un promedio regional del 35,2 %.

En nuestro país, uno de cada tres trabajadores en relación de dependencia no está registrado ante la Anses. Casi cinco millones de asalariados hoy trabajan en la informalidad, es decir que no realizan aportes jubilatorios, carecen de una obra social y de algunos derechos laborales, y cobran menos que el resto de los empleados formales.

El titular de la CTA Mendoza, Gustavo “Polo” Martínez, indicó a Unidiversidad que la medición del Gobierno nacional sobre empleo informal no toma en cuenta a aquellas personas que están en situación de precarización laboral. Según el sindicalista, el Indec también incluye como empleado formal a aquel que está en un empleo transitorio (de pocos días o semanas), incluso por acuerdo verbal.

“La situación del empleado fijo no es la misma que la del empleado transitorio y el Gobierno los equipara para dar sus números de trabajo formal a favor”, aseguró Martínez.

Además, el referente de la CTA local manifestó que la metodología del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos ignora el contexto de los trabajadores, los que, pese a estar en relación de dependencia formal, siguen por debajo la línea de pobreza. “Acá hay pobres que cobran menos de $ 6000 ‘en blanco’, lo que habla de una precarización encubierta”, apuntó Martínez.
 

La informalidad, sin modificaciones

En el último año y medio, la informalidad laboral en Argentina se mantuvo en el 33 %, sin mucha variación. Es decir que, a partir de los datos del Indec, no hubo un crecimiento de trabajadores registrados de manera formal en la comparación interanual.

Pese a la leve baja anunciada en el primer trimestre de 2017 (33,3 %), en el segundo trimestre de 2016, el empleo "en negro" de la Argentina representó el 33,4 %; en el tercero, el 33,8 %; y en el cuarto, el 33,6 %.

Sin embargo, la informalidad laboral del primer trimestre de 2017 no puede ser comparada con la del mismo período del año pasado, debido a la falta de medición del Indec, a raíz de la “emergencia estadística” dictada por la supuesta manipulación de la gestión anterior.
 

El noroeste, la región más afectada

En el país, Santiago del Estero tiene el mayor índice de informalidad laboral, ya que más de la mitad de los trabajadores cobran “en negro” (51,6 %). En el ranking nacional le siguen Salta (42,5 %) y Tucumán (42,4 %), ambas provincias también del noroeste.

El conglomerado Ushuaia-Río Grande y la ciudad de Río Gallegos poseen el menor índice de empleo informal (9,3 % y 11,9 %, respectivamente). La Patagonia es la región del país con la cifra más baja de empleo “en negro” (18,9 %).

En el conurbano bonaerense, región de 12 millones de personas, la informalidad afecta al 36 % de los trabajadores. Si se le combina con el 11,7 % de subocupación (gente que trabaja pocas horas aunque está dispuesta a trabajar más), ese sector del país se presenta como una de las regiones socio-laborales más conflictivas.