El fútbol se considera un deporte de prueba y error. De cada trayecto siempre se toma nota. Todas las experiencias son un boceto de un gran libro, que se redacta con paciencia y sabiduría. Esto se aplica directamente a lo que vivió el plantel de fútbol masculino de la Universidad Nacional de Cuyo, que afrontó con creces notables su primer viaje en la Primera A de Liga Mendocina, un torneo con dificultades que están a la vista y equipos que se arman para coronarse en lo más alto del fútbol mendocino.

Alfredo Ávila fue el encargado de encabezar el proyecto y, priorizando la materia prima, le dio total confianza a la cantera del Verde. El DT pasó por “El Suplementario” y manifestó: “Fue una experiencia muy importante para nosotros, aunque tuvimos la mala suerte de descender pero la fortuna de que chicos de muy corta edad jueguen contra jugadores profesionales. Hemos estado a la altura, nunca hubo una diferencia importante. No perdimos por goleada, hemos jugado de igual a igual con todos”.

“La experiencia de los chicos que recién se están iniciando nos sirve para poder afrontar el próximo torneo, por eso tenemos que tratar de foguear a esos chicos con jugadores grandes que los ayuden”, prosiguió el entrevistado.

A pesar de que no se haya podido mantener la categoría, Ávila recalcó: “Cumplimos el objetivo de hacer debutara varios chicos, pero nos faltó experiencia y rose en la Primera A de Liga Mendocina. Hay que mejorar en todos los aspectos a partir de los entrenamientos y del cumplimiento. Teníamos jugadores que tenían que trabajar o estudiar y no cobraban un centavo con nosotros. Nosotros en eso estábamos de acuerdo porque los chicos tienen que estudiar para su futuro”.

Al contar con un plantel joven que mostró sus primeras armas en la máxima división del fútbol de Mendoza, el adiestrador del Verde es consciente de que varios equipos intentarán seducir a sus jugadores: “Más allá de ser formadores, si los jugadores trabajan bien y tienen chances de ir a otros clubes, los vamos a apoyar”.

Concluyendo, Ávila destacó la posibilidad de contar con una cancha de césped sintético para que su equipo haga de local: “En cinco minutos te adaptás rápidamente. Los que han ido a jugar a la Universidad se han ido contentos por el estado del campo de juego, porque se puede jugar bien al fútbol y tocar por abajo. Aunque en esta altura del año el caucho agarra temperatura y los que sufren son los pies”.

Escuchá a continuación la entrevista completa.