La dirigente social Milagro Sala fue trasladada este jueves 31 de agosto a la vivienda donde cumplirá prisión domiciliaria, tras la recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al Estado argentino para que adopte medidas alternativas de detención para la dirigente social. Sala llegó a su casa en la localidad jujeña de El Carmen a las 16 y comenzó a cumplir la prisión preventiva.

Tras 500 días de detención en el Servicio Penitenciario, Sala salió de ese lugar acompañada por personal policial de la provincia de Jujuy, desde el penal de Alto Comedero a la casona de la villa veraniega del dique La Ciénaga, a unos 30 kilómetros del centro de San Salvador de Jujuy,

La orden la libró el juez Pablo Pullen Llermanos. La dirigente social fue trasladada sola y de manera sorpresiva. En el domicilio la recibió una de sus hijas, que se encontraba con otros miembros de la Tupac Amaru realizando refacciones menores.

Una vez que llegó a su casa, le colocaron una tobillera electrónica, uno de los elementos de control complementario dispuesto por el magistrado. La custodia estará a cargo de Gendarmería, que ya instaló un contenedor, garitas y baños químicos en el exterior del domicilio. 

La dirigente de la Tupac quería ser trasladada al domicilio donde vive su familia, en el barrio Cuyaya, en el centro de San Salvador, pero los dos jueces actuantes aseguraron que la Gendarmería Nacional informó que el sitio no era "factible" porque impedía realizar las tares de control y custodia necesarias.

Fue así como los jueces establecieron la casa del dique como la apropiada para cumplir la prisión domiciliaria. Pero esta fue saqueada poco después de que Sala fuera a la cárcel. La dejaron sin luz, agua, puertas y ventanas. Por eso, para acelerar el proceso de refacción, la Tupac Amaru aportó albañiles, plomeros, electricistas y otros voluntarios, mientras que el Comité por la Libertad de Milagro Sala realizó una campaña de recaudación de fondos para equiparla.

Sala tiene tres prisiones preventivas, dictadas por dos jueces distintos, que hace 11 días le otorgaron el beneficio de la prisión domiciliaria que había sido solicitado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el mes pasado.

Las tres causas son: asociación ilícita y fraude a la administración pública, a cargo del juez Gastón Mercau, y otras dos, por tentativa de homicidio y amenaza de bomba a una comisaría, ambas a cargo de Pablo Pullen Llermanos.