El anterior ferrocarril Trasandino entre Mendoza y Chile demoró 23 años en su construcción -entre 1887 y 1910- y recién inició sus actividades en 1927, diecisiete años después de finalizado. Su puesta en funcionamiento llevó 40 años y circuló durante 51 años, hasta que sus actividades fueron interrumpidas en 1978 por el conflicto del Beagle.
El nuevo ferrocarril Trasandino -cuyo proyecto se presentará este martes en el Cicunc de UNCuyo- promete diez años de construcción y funcionamiento para el primer túnel, de 52 km de largo. También proyecta una segunda perforación para una segunda etapa.
Estamos hablando del tercer túnel en extensión del mundo que atraviesa una montaña, luego del nuevo San Gotardo (Italia-Suiza) con 57 km y Brennero (Italia-Austria) 55 km. Las dos obras europeas están en construcción y se espera que su finalización se produzca en 2017 y 2012, mientras que la obra mendocina debería estar lista en 2021.
¿Es posible realizar una obra de esta magnitud en una década?. Los túneles noruegos de Leardal (24 km) y de Eiksund (7,7 km subacuáticos) demoraron cinco años y se inauguraron en 2000 y 2008. El viaducto entre España y Marruecos por Gibraltar (40 km) que se está construyendo por debajo del Mediterráneo prevé una finalización en 2025. El túnel subfluvial Santa Fe-Paraná (3 km) bajo el Paraná demoró siete años (1962-69). Todas son obras muy distintas y de épocas –y tecnologías- diferentes, pero todas sirven de referencia. Los datos son parte del informe de Horacio Yacante (Cicunc Contenidos) al Programa La Posta, de Silvia Sassola en Radio Universidad.
Hay que recordar que el pavimento de la ruta a Chile llegó a Uspallata en 1971 (hace cuarenta años); que la doble vía en el Acceso Este llegó a San Martín en 1979, que aún no está habilitada hasta al Desaguadero (¿2012?) y que el túnel de 3 km del paso Cristo Redentor se inauguró en 1980 (hace 31 años). Todos muestran largos tiempos de construcción.
Los costos del nuevo megaemprendimiento en la cordillera mendocina alcanzan los 3.000 millones de dólares, contra 6.400 millones en San Gotardo (dos túneles) y 7.000 millones en Gibraltar. Pero más allá de los tiempos de realización y de las necesidades de financiamiento internacional, este martes el rector de la Universidad Nacional de Cuyo, Arturo Somoza, y el embajador de Chile en la Argentina, Adolfo Zaldívar Larraín, presiden el acto en el que el vicepresidente de la Corporación América, Hugo Eurnekian, presentará el proyecto “Corredor Bioceánico Aconcagua”. Cuentan con el patrocinio de los gobiernos de la
Argentina y Chile y hace cinco meses representantes de la Corporación América (Argentina), Empresas Navieras (Chile), Mitsubishi (Japón), Contreras Hermanos (Argentina) y Geodata (Italia) rubricaron la constitución de la Sociedad "Bioceánico Aconcagua S.A.. Se estima que la obra puede ser licitada en los próximos seis meses.
Pensar una Mendoza por la que pasen dos y tres veces más las actuales 5 toneladas de cargas que ya la atraviesan entre el Atlántico y el Pacífico, es imaginarse una provincia que deberá dar un salto enorme en materia vial, de infraestructura y de logística. Capaz de atraer hacia su territorio una buena parte de los millones de toneladas de cargas que hoy van en buques por mar. De conseguirlo, nuestra provincia podrá asegurar su liderazgo regional como el principal paso terrestre en toda América para el comercio de dos potencias con protagonismo mundial creciente: los gigantes Brasil y China.