Como cada año, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) presentó su panorama general para la economía mendocina. Con un balance de lo sucedido en 2023 y una proyección de lo que podemos vivir en 2024, la institución que depende de la Fundación Mediterránea brindó datos duros sobre la realidad económica local y las expectativas frente a un panorama tan incierto. 

Esta es la 19.ª edición consecutiva del informe y compartimos algunas de las conclusiones a las que llegaron los especialistas en el resumen ofrecido a la prensa y a las empresas. Según destacaron desde el Ieral, para la realización de los contenidos “resultaron de gran ayuda” los aportes que surgieron de economistas y profesores del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCUYO. 

Para comenzar, en el resumen ejecutivo se destacan dos datos: por un lado, la producción de bienes y servicios en Mendoza durante 2023 ascendió a los USD 19.600 millones; mientras que el ingreso promedio fue, aproximadamente, de USD 9500. Asimismo, el dato relevante de 2023 es que “registró una nueva contracción”, con una intensidad similar a la del país, en una Argentina con un fuerte proceso inflacionario y niveles de pobreza crecientes. Así, la caída en la actividad económica se explica porque la gran mayoría de los motores de corto plazo resultaron contractivos.

A este panorama se sumaron una economía mundial en desaceleración, el comercio internacional prácticamente estancado y socios comerciales creciendo a tasas muy débiles. Sin viento a favor, se sumó el problema cambiario interno y una mala cosecha en sectores muy relevantes, que afectaron negativamente las exportaciones de la provincia, que terminaron cayendo durante 2023.

En cuanto al empleo, durante el año pasado hubo una leve recuperación del empleo formal privado durante los primeros trimestres, pero una caída en el empleo total, sumada a la evolución del poder adquisitivo de los salarios. En líneas generales, el motor del mercado laboral de la provincia resultó nuevamente contractivo. 

En este contexto, en cuanto a las cuentas públicas, el Ieral destacó que los ingresos crecieron por encima de la inflación, pero por debajo de los gastos. “Esta política contracíclica originada, entre otros factores, por un aumento de la obra pública, amortiguó en parte la caída de la actividad económica”, destacaron en el informe, y resaltaron que, a pesar del magro panorama, aunque no sea determinante, se logró mantener el superávit fiscal de la provincia.

El escenario para 2024, un terreno de incógnitas 

Este es el punteo con las proyecciones más importantes que desarrolló el Ieral:

• En promedio, se espera que el mundo crezca a un ritmo similar al 2023, aunque la mayoría de los países comercialmente socios de Mendoza desaceleraría su crecimiento;
• La economía nacional enfrenta importantes dificultades. Si bien la urgencia máxima es bajar la inflación, el consenso político y la contención de los sectores más vulnerables son también gran parte del enorme desafío; 
• De cumplir el actual programa acordado con el Fondo Monetario Internacional, la inflación mensual podría comenzar a desacelerarse en el segundo trimestre. Este hecho, junto con la relativamente buena cosecha agrícola, debería ayudar a comenzar a recuperar el nivel de actividad económica durante el segundo semestre. No obstante, para el promedio del año 2024, se espera una nueva contracción de la economía nacional;
• En un escenario donde el mundo no va a ayudar demasiado y la economía nacional va a resultar en promedio contractiva, es muy limitado lo que pueden hacer los motores internos de Mendoza para traccionar positivamente en la actividad económica provincial;
• Bajo este contexto, el mercado laboral seguramente continuará muy débil en la creación de empleo y resulta muy difícil que los salarios puedan recomponerse totalmente durante 2024;
• A pesar de la menor participación del Estado como demandante de fondos (crowding in), en el corto plazo, el contexto recesivo y la incertidumbre política del apoyo a las reformas estructurales juegan en contra del dinamismo del mercado financiero;
• Más allá de los superávits registrados por el sector público provincial en los últimos años, el contexto recesivo, sumado al recorte de fondos nacionales, seguramente dificultará las posibilidades de que este motor juegue un importante rol expansivo (anticíclico) durante el 2024;
• De esta forma, 2024 probablemente resulte otro año contractivo en materia de actividad económica y, por lo tanto, seguirá postergada la urgencia de reducir los elevados niveles de pobreza que presenta la provincia. 

La “foto” del Producto Bruto Geográfico (PBG) en Mendoza de 2023

El mercado laboral a mediano plazo

Según el Ieral, los enormes problemas del mercado laboral local están íntimamente relacionados con la baja productividad que tiene el empleo en la provincia (peor dinámica que a nivel nacional). Si bien gran parte del estancamiento laboral se explica por la falta de inversiones y la baja eficiencia con la que funciona la economía, la política tributaria provincial no resulta ajena al pobre dinamismo de este mercado. Mayores puestos laborales privados formales y mejores salarios requieren que las alícuotas de Ingresos Brutos no discriminen contra los sectores más intensivos en mano de obra.

"Por otro lado, una política educativa que permita dotar en el futuro a Mendoza con más ciudadanos innovadores también resulta muy importante para dinamizar el mercado laboral y el crecimiento económico en el mediano plazo", destacaron desde la Fundación Mediterránea.

El informe 2024 completo

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