El académico, pacifista, escritor y Premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, murió este viernes 14 en el hospital de la ciudad de Shenyang, donde se encontraba internado bajo estricta vigilancia policial desde el 26 de junio pasado, tras haber sido excarcelado por padecer un cáncer de hígado en estado terminal. A causa de la muerte de Xiaobo, se renovó la tensión con el gobierno de China, que calificó como "inapropiadas" las expresiones de admiración y las críticas de los líderes de las potencias occidentales y organizaciones internacionales de derechos humanos.

Liu, a quien no se le permitió buscar ayuda médica en el extranjero, pese a los muchos pedidos de familiares y de organismos internacionales, falleció a los 61 años, después de pasar los casi nueve últimos en prisión, donde recibió el premio Nobel de la Paz en 2010 por su lucha por su lucha no violenta, por los derechos humanos fundamentales y su compromiso con la libertad de China.

No sólo no pudo pasar sus últimos días lejos de la vigilancia del Estado sino que aquel Nobel que le fue otorgado en 2010 ni el  ni su esposa pudieron recibir este reconocimiento, ya que mientras Liu estaba preso, su esposa estaba bajo arresto domiciliario y no se le permitia ningún tipo de contacto. 

Liu fue condenado en 2009 por "incitar a la subversión del poder estatal" por participar en la redacción de la Carta 08 , que reclamaba reformas democráticas en China. Entre otras cosas, pedían al Poder Ejecutivo que cumpliera los derechos que abarca la Constitución china, como la libertad de expresión, y que se pusiera fin a este régimen autoritario.

Según la oficina de la Administración de Justicia de la ciudad de Shenyang, capital de la provincia nororiental de Liaoning, donde Xiaobo estaba ingresado, la agencia de noticias EFE  informó que el Nobel murió "debido a un fallo multiorgánico" después de que antes de ayer comenzaran a aplicársele cuidados intensivos. Liu presentaba varias fallas en distintos organos y en su respiración y su familia rechazó la respiración artificial.