Dilma Roussef, la destituida presidenta de Brasil, se trasladará durante la tarde de este martes 6 en un avión de las Fuerzas Armadas hacia su nueva residencia, tras la decisión del Senado de ese país de apartarla de su cargo. La exmandataria será recibida por exgobernadores, miembros del Partido de los Trabajadores (PT) y distintos movimientos sociales que la apoyan. Sus pertenencias se enviarán en cuatro vehículos de dieciocho toneladas cada uno, cuyo servicio costará alrededor de 70 mil pesos argentinos cada uno.

Algunos de sus objetos se enviarán a un almacén depósito. Otros permanecerán en la residencia presidencial, ya que forman parte de la investigación judicial que la tiene como protagonista tras haber sido acusada de maquillar las cuentas públicas. A pedido de Michel Temer, el nuevo mandatario de Brasil, estos últimos serán catalogados para evitar cualquier tipo de cuestionamiento a su gobierno y se estudiará el origen de cada uno de los objetos.