Tras 7 años de lucha, los obreros reabren Industrias Matas

Luego de la quiebra de la firma, formaron Cooperativa La Terre Sociedad Limitada. Esta semana comienzan a producir. La historia de sus trabajadores.

Tras 7 años de lucha, los obreros reabren Industrias Matas

La Cooperativa "La Terre" se reincorporará al mercado en los próximos días, con las esperanzas renovadas.

Provincial

Unidiversidad

por Unidiversidad/ Rodrigo Armiento

Publicado el 01 DE FEBRERO DE 2016

Sobre el Carril Godoy Cruz al 5330, en Guaymallén, se encuentra este emblemático establecimiento, recordado con cariño en sus mejores momentos por sus trabajadores, y con cierta melancolía en su peor época. Su fachada delantera reza el nombre de Cooperativa de Trabajo “La Terre” donde antes se veía el cartel de “Industrias J. Matas”. Es que después de siete años de lucha tras la quiebra de la empresa, que lideraba Jaque Matas, los obreros volverán a producir.

Daniel Sauretti trabajó para Industrias Matas desde los 13 años y hoy es el presidente de la cooperativa. “La pasamos mal, muy mal”, dice mientras hace memoria de todo lo sucedido. Y es que, después de tantos años de lucha, los empleados recuperaron la empresa y ya no ven la hora de ponerla en marcha.

El Ministerio de Gobierno, Justicia y Trabajo permitió destrabar un expediente que impedía continuar con los trámites para que los exempleados comenzaran a trabajar. Fue el subsecretario de Trabajo, Alejandro Jofré, quien dio con el documento traspapelado y pudo concretar el sueño de estas personas que hoy son noticia por su ardua labor. La Terre volverá a producir esta semana.

Sauretti muestra un rostro sereno y una imagen humilde. Como un maratonista llegando a la meta luego de una larga y obstaculizada carrera, parece cansado, pero muy satisfecho. “Fue en el 2007 cuando entró en convocatoria el grupo Matas, y durante siete años cobramos sólo la mitad de los sueldos y no nos pagaban el aguinaldo. El 25 de abril de 2014 se decretó la quiebra”, recuerda tristemente. “Ahí nosotros quedamos como depositario judicial, hasta que salió la ley de ocupación temporaria por dos años. Todas las empresas recuperadas de Mendoza tenemos hasta mayo y con una prórroga de 18 meses o más”.

Daniel Sauretti, presidente de la Cooperativa La Terre, en la oficina de la empresa.

Movimiento nacional

El Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas nació a finales de la década del 90 y se consolidó luego de la crisis de 2001. En aquel tiempo fueron siete las cooperativas mendocinas que formaron parte de ese movimiento con el objetivo de mantener los puestos laborales y gestionar la firma, algo que los antiguos dueños no pudieron hacer. En 2009 se aprobó la Ley Provincial 8122, impulsada por los empleados de cooperativas de empresas recuperadas. Esto creó un fondo para otorgar créditos y se obtuvo por ley la ocupación temporaria por causa de utilidad pública de los inmuebles, maquinarias, herramientas e instalaciones de las firmas.

Son ocho las cooperativas reunidas en la Asociación de Empresas Recuperadas de Mendoza: Gráficos Asociados, Curtidores Mendoza, Cerámico Cuyo, Capdeville, Frigorífico Lagunita, Oeste Argentino, Avícola Tropero y La Terre. Recuperando lo Nuestro y Alvear Conservantes, que en un principio formaron parte de la Asociación, no están trabajando.

Al respecto, Julio Díaz, titular de Gráficos Asociados y de la Asociación de Empresas Recuperadas de Mendoza, dijo que no han tenido contacto con la gente del nuevo gobierno, aunque estiman que esto no tardará mucho tiempo. De hecho, Díaz confirmó que se reunirán con el subsecretario de Trabajo para reanudar el tema de los fondos. “Hemos avanzado mucho con respecto a la Ley Provincial, que fue modificada en el 2012, donde se autorizaron fondos de 5 millones de pesos. Hubo un avance con las cuentas para el fideicomiso, para dar créditos y arreglar las quiebras. Ahora queremos reiniciar ese fideicomiso para que los fondos de 5 millones de pesos vuelvan”, explicó.

Díaz estimó que tendrán un buen diálogo con la vicegobernadora Laura Montero, debido a que durante el gobierno de Julio Cobos, siendo ella ministra de Economía, tuvieron un aceitado contacto, por lo que conoce el tema de las empresas recuperadas.

Después de la quiebra de Matas

Luego de que Industrias Matas entrara en quiebra, el panorama se tornó aún más complicado para sus empleados. Gracias a un subsidio que les otorgó el Ministerio de Trabajo de la Nación, de $ 1500 mensuales, y también a la ayuda de sus familiares, estas personas pudieron hacer frente a la situación y a la vida cotidiana. “En el caso mío, y en el caso de todos los que estamos acá, nos ha ayudado la familia. Todos tenemos hijos grandes que trabajan. Pero hubo compañeros nuestros que se tuvieron que ir porque no pudieron aguantar estar sin cobrar. Compañeros que tenían chicos, pagaban alquiler, etcétera, y que su situación era insostenible. Tuvieron que ir a buscar trabajo a otro lado”, cuenta Sauretti.

“Aveces poníamos plata de nuestros bolsillos para comprar productos de limpieza, como escobas y elementos de mantenimiento. No todos hemos puesto dinero, solo los que podían. Si bien no mucha cantidad, entre todos hemos mantenido muy bien la fábrica”, agrega el presidente de la cooperativa. También cuenta que se tuvieron que turnarse entre los empleados para poder cuidar las 24 horas. “A veces nos roban incluso estando nosotros adentro”, agregó. Sauretti reflexión sobre la situación del mercado mercado laboral: “Es difícil trabajar hoy en día. ¿Quién nos va a contratar? Todos somos gente grande, hay algunos compañeros casi jubilados. Teníamos que mantener estos puestos”.

Luego de un tiempo, obtuvieron un subsidio del Gobierno de la Provincia y, con la mitad ($ 750 mil), pudieron poner la planta en funcionamiento. “Ahora nosotros estamos esperando los otros $ 750 mil para poder trabajar. Tenemos que comprar la materia prima, por ejemplo”.
 

La caldera y el expediente perdido

Según el relato de Sauretti, para que los empleados de la cooperativa pudieran trabajar, necesitaban la habilitación de la caldera, por parte de la Subsecretaría de Trabajo. Este trámite se concretó la semana pasada. El obrero explicó que "EL expediente estaba abajo, al último de toda una pila de papeles, donde nadie la encontraba. Jofré se puso las pilas y lo habilitó”, fueron sus palabras.

La falta aprobación para el funcionamiento de la caldera, les impidió producir y además desaprovecharon materia prima que les ofrecieron gratuitamente distintos productores. “Vino un señor hace un tiempo con un camión lleno de zapallos, diciendo que nos los quería regalar porque se le pudrían en la finca. Lo mismo pasó con la espinaca: se perdieron dos millones de kilos en la chacra”.

 

 

 

Hacia el futuro

Son 24 los socios de la cooperativa La Terre aunque, por distintos motivos, son actualmente 17 quienes comenzarán a trabajar esta semana. En cuanto a los clientes, Sauretti cuenta que la firma buscará mantener los mismos clientes que antaño tenían. “Es más, son ellos los que se acercan a nosotros”, dice con una sonrisa. “Queremos mantener el rubro que hacíamos: deshidratados”.

Mientras se espera la segunda parte del subsidio del Gobierno, también se aguarda que en los próximos días llegue un autoelevador. “Conseguimos la plata para comprar esta máquina gracias al trabajo de Anabel F. Sagasti (senadora nacional por Mendoza del FpV)”, agrega Daniel. Así, comenzarán a trabajar los productos deshidratados a los que Matas siempre se dedicó: ajo, espinacas, y ahora cebollas. Incluso, la mirada está puesta en lo más alto, debido a que la cooperativa está dispuesta a nuevas posibilidades de producción; por ejemplo dulces tales como el membrillo.   

Caminando por la fábrica, el ambiente denota aires esperanzadores: algunos trabajadores van y vienen a lo largo del lugar como hacía dos años no se veían; el olor a cebolla sale de los galpones; se escucha el sonido de algunas máquinas en funcionamiento. Un muchacho joven se acerca al portón y le entrega a Daniel un currículum para que lo tengan en cuenta en una futura búsqueda de empleados. “Vienen todo el tiempo chicos jóvenes buscando trabajo, presentando estos papeles, pero aún no estamos en condiciones de recibirlos”. 

La cooperativa cuenta con dos plantas, y una de las expectativas es poder trabajar con ambas. La antigua planta tiene los hornos discontinuos, en conjunto con la “planta 2”. Sauretti explica que, cuando eso ocurra, tendrán más lugar y más trabajo para emplear a la gente. 

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