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03 DE DICIEMBRE DE 2020
El uso del espacio aéreo para el transporte urbano es un recurso posible pero exigente en cuanto a financiamiento y estructura. La experiencia boliviana y la perspectiva de reflotar el proyecto mendocino.
El transporte urbano de Mendoza es complicado y su modernización se encuentra con varios obstáculos. El creciente movimiento de la ciudad y de su interacción con el Gran Mendoza, el conservadurismo ciudadano que privilegia el uso del auto particular y la necesidad de emprender importantes reformas en infraestructura se suman a una creciente dificultad presupuestaria. En este contexto, la provincia avanza y retrocede con ideas que podrían transformar la calidad del transporte público y, en consecuencia, la calidad de vida de la población.
Una de esas ideas, y ejemplo también de las demoras que surgen de los problemas presupuestarios, es el metrotranvía. Es un transporte que reduce el tiempo de viaje a la mitad de lo que implica la misma distancia en micro, resuelve la conexión entre puntos que no tenían líneas de colectivo en común, aprovecha un tendido de vías abandonado, es ecológico y, gracias a la modalidad del trasbordo que se inició con su inauguración, económico y popular. Este sistema generó resistencias entre automovilistas, que no valoraban el transporte público, preveían grandes congestionamientos de tránsito y anticipaban accidentes (que sí ocurren, pero se deben justamente a la negativa de lxs conductorxs de obedecer las nuevas condiciones viales). También tuvo un rechazo por parte de una intendencia opositora, lo que obligó a reconsiderar el trazado original. El mayor obstáculo, sin embargo, fue el presupuestario, que demoró la obra cerca de dos años. El tramo Gutiérrez-Mendoza, que debía estar listo a fines de 2009, se inauguró en 2011, y solo recientemente han comenzado las obras para el segundo tramo, que extenderá el servicio hasta Las Heras.
El gobernador Francisco Pérez presentó a fines de 2012 otra idea innovadora: el aerotranvía. Se trataba de un sistema teleférico que cubriría en pocos minutos el recorrido entre los Portones del Parque y el Cerro de la Gloria, podría transportar entre 1500 y 1800 personas por hora, con paradas en el predio de la UNCUYO y el estadio Malvinas Argentinas. Es un tramo urbano de interés turístico y académico con un servicio actualmente deficiente, lo que genera además una gran dificultad para el acceso a lo más céntrico de la ciudad por parte de quienes viven en los barrios del oeste. El aerotranvía representaba nuevamente una solución no contaminante y aun más práctica que el metrotranvía, ya que no interferiría con el transporte terrestre. Las críticas rozaron la burla y, otra vez, el desprecio clasista por las necesidades de quienes no contaban con auto para cubrir esas distancias.
Sin embargo, el freno al proyecto no se debió al rechazo de la opinión pública sino al problema presupuestario. El estimado hasta el 5 de noviembre de 2012, día del anuncio, era de 50 millones de pesos. La inflación y la conciencia de la necesidad de obras anexas llevaron esa cifra a 70 o 100 millones de pesos en solo seis meses, por lo que el proyecto quedó suspendido.
Otra experiencia: decisión política e inversión
Bolivia inauguró hace menos de un mes el primer tramo de su teleférico urbano. Se trata de un sistema de transporte aéreo que une las ciudades de El Alto y La Paz, dos de las más pobladas del país, con una interacción diaria de casi medio millón de personas que se trasladan de un punto al otro a través de la única autopista nacional. Las características de este teleférico son excepcionales: es el más alto del mundo, el cuarto de su tipo en Latinoamérica pero el primero también en unir ciudades en lugar de zonas periurbanas; está preparado para funcionar 17 horas al día y 360 días al año, con interrupciones nocturnas para mantenimiento; las cabinas parten cada 12 segundos; puede trasladar 6000 personas por hora, y reduce entre tres y cuatro veces el tiempo de viaje.
El trabajo de infraestructura está a cargo de la empresa austríaca Doppelmayr y la operación del sistema corre por cuenta de la Empresa Estatal de Transporte Mi Teleférico. La inversión para todo el trazado es de 234 millones de dólares. El 31 de mayo se inauguró la línea roja, que cubre 2,6 kilómetros; comenzó esta semana el cableado para la línea amarilla (más larga que la roja: casi 3,9 kilómetros) y se espera comenzar con el tendido para la línea verde (complementaria de la amarilla y con una extensión similar).
El Club de París y las posibilidades de retomar el proyecto local
"No conozco el proyecto boliviano. Estudié en su momento el que se hizo en Colombia. El proyecto en Mendoza no lo desarrollamos por falta de financiamiento, no porque fuera malo", explica el ministro de Infraestructura de la provincia, Rolando Baldasso. "Ya está terminado, pero hemos dado prioridad a otro tipo de obras, que tenían más caudal de tránsito. Estamos desarrollando el metrotranvía hacia Las Heras y esperamos financiamiento para ese otro proyecto en algún momento".
¿Existe alguna posibilidad de obtener financiamento externo?
Los créditos externos que hemos tomado han sido para obras de mayor movilidad. Por ejemplo, hemos tomado crédito para una autopista muy importante que funcionará en otros sectores de la ciudad.
De modo que el aerotranvía podría reflotarse.
Estábamos esperanzados en que se arreglara con el Club de París porque lo que pedíamos era financiamiento asociado a empresas constructoras; que la empresa constructora nos ofreciera ejecutar la obra con un financiamiento en las espaldas y que nosotros pudiéramos devolvérselo en varios años. Ese es el modelo que queremos desarrollar para este tipo de obra.
Es el tipo de crédito que posibilita el acuerdo.
Exactamente. Cuando se cerró el acuerdo, las tasas se ubicaron en un valor lógico y razonable, por eso queríamos avanzar en ese sentido.
La nueva situación con los fondos buitres, ¿afecta esa posibilidad de obtener créditos?
No soy un especialista en finanzas. Entiendo que puede haber algún rumor, pero con lo que ha negociado la Nación, me parece que, si se logran saltar algunos obstáculos, se conservará el buen ánimo que se había despertado en algunos organismos internacionales y en algunas empresas. No puedo decir más porque estaría opinando sin fundamentos. Entiendo que será complicado, pero lo que sabíamos es que había empresas interesadas en avanzar con este tipo de obras.
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