Un hospital de Miryang, Corea del Sur, sufrió en la mañana del viernes el peor incendio en diez años en ese país asiático. Los últimos reportes de las autoridades señalaron que hay al menos 37 fallecidos. Se cree que la causa de su deceso fue la inhalación de humo.

Por razones todavía no establecidas, el fuego se originó en la sala de emergencias de la primera planta del hospital Sejong a las 7.30 hora local. Estiman que había 200 personas en ese momento en el edificio, la mitad de los cuales eran pacientes. El fuego no afectó al resto de las plantas, pero sí a una residencia de ancianos contigua al establecimiento.

El humo tóxico llegó a los otros sectores del edificio, y sería la causa de muerte de las personas que perdieron la vida en la tragedia. Las informaciones en cuanto a si residentes del centro de ancianos forman parte de las víctimas son confusas, puesto que todavía no se las ha podido identificar de manera eficiente. Los heridos son más de 70.

La gran mayoría de las víctimas, según informó el diario El País, eran de edad avanzada; personas que recibían cuidados intensivos y no podían moverse sin asistencia. Entre los fallecidos hay también un médico y dos enfermeras, según los bomberos.

Los bomberos tardaron cerca de 3 horas en apagar el fuego. La ciudad de Miryang, donde se encuentra el nosocomio, está a 280 kilómetros al sudeste de Seúl, la capital surcoreana.

El responsable del cuerpo de bomberos de Miryang manifestó que el edificio no contaba con rociadores automáticos, que se activan al detectar el aumento de temperatura o el humo generado por el fuego. La razón es que la ley no obliga a los edificios médicos de tamaño medio a contar con ellos.

El presidente Moon Jae-in, afirmó que las autoridades deben “identificar rápidamente la causa exacta del suceso para evitar que vuelva a ocurrir una tragedia así en el futuro". Además, abogó por una identificación rápida de los fallecidos para poder evitar más sufrimiento a las familias de los afectados.

Un antecedente demasiado cercano

El último 21 de diciembre, en la ciudad de Jecheon, un centro deportivo de ocho pisos se incendió y  como resultado fallecieron 29 personas. La mayoría de las víctimas habían quedado atrapadas por el fuego en uno de los baños públicos del gimnasio. El incendio se originó en un vehículo que estaba aparcado en el estacionamiento subterráneo.