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En los yerbales de nuestro país hay menores de 4 años que viven desnutridos y expuestos a agroquímicos. No hay políticas públicas para la protección de los menores. Patricia Ocampo, presidenta y fundadora de Un Sueño para Misiones, lucha para revertir esta realidad.
Carlos González, Lucila Rodriguez
Publicado el 21 DE SEPTIEMBRE DE 2017
Detrás del mate hay desidia por parte de quienes tienen responsabilidades directas en la industria yerbatera. La Argentina es el principal productor mundial de yerba mate y se cultiva principalmente, por el clima y el suelo rojo, en Misiones y nordeste de Corrientes. Cientos de infantes viven a diario en una situación de peligro al trabajar en los campos como tareferos, además de familias enteras expuestas a constantes accidentes en los campos de trabajos y a condiciones de pobreza extrema.
Patricia Ocampo, de Un Sueño para Misiones, declaró: “El Estado, las empresas yerbales y productores son responsables de estas situaciones". Ocampo es hija de una extarefera y activista contra el trabajo infantil. También es abogada y expone una realidad a la que, por la distancia entre provincia y capital, no se le da importancia.
Hace unos años, Fernando (13), Lucas (14) y Edgard (17) viajaban junto a otros 14 niños en un camión destartalado rumbo al yerbal en Misiones. El camión desbarrancó y estos tres chicos perdieron la vida. A partir de este hecho nace Un sueño para Misiones, una organización para denunciar la situación de peligro y las carencias de muchas familias de aquella provincia.
Hace unas semanas, un adolescente de 16 años quedó atrapado en una maquinaria. Constantes tragedias y muertes de niños y jóvenes quedan atrapados entre la pobreza y un conflicto de intereses por parte de quienes manejan este gran negocio.
Actualmente, gran parte de los tareferos crecen en los yerbales, alejados de sus casas con pisos de barro, vertientes contaminadas y sin electricidad. En Misiones, los tareferos trabajan entre 10 y 12 horas al día. Allí, los chicos empiezan a cosechar a los cuatro años.
La presencia de los menores en los yerbales no es algo nuevo en Misiones. En paralelo con esta situación se observa la falta de políticas públicas, ya que las autoridades no llevan un control de cuántos niños están en riesgo permanente.
Entre las herramientas para exponer esta situación nació el documental Me gusta el mate sin trabajo infantil. El audiovisual tiene la misión de mostrar, a partir de testimonios de familias cosecheras, una problemática que sacude a Misiones hace décadas.
Un Sueño para Misiones impulsa un proyecto de ley que promueve un mate certificado, libre de trabajo infantil. Esta propuesta contiene artículos clave para los trabajadores de la yerba mate en Misiones. Entre ellos se destacan:
El proyecto lleva más de un año en la Cámara de Diputados de la Nación, pero en febrero de 2017 perdió estado parlamentario luego de no ser tratado en las comisiones. Sin embargo, la diputada nacional mendocina Patricia Giménez trata de impulsar nuevamente la ley.
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