Bajo el nombre de Constelación del Vino, se llevó a cabo la 82.ª edición de la Fiesta Nacional de la Vendimia. El espectáculo, plagado de baile y juegos de luces, realizó un recorrido puntual en su argumento vinculando a la historia de la provincia y su conexión con la actividad vitivinícola. Con un gran despliegue lumínico, el Frank Romero Day fue testigo de un espectáculo artístico lleno de innovaciones y detalles, que hicieron de la versión 2018 una de las noches vendimiales más interesantes de los últimos tiempos.

El escenario del Teatro Griego, que contó con seis plataformas distintas (cinco en el escenario principal y una en los cerros), albergó la participación de 850 artistas en escena y, por primera vez en la historia, una doble dirección teatral. Los encargados de dirigir la edición central de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2018 fueron Vilma Rúpolo y Guillermo Troncoso.

El argumento de la Fiesta siguió al pie de la letra su temática principal. Realizó un recorrido puntual por la historia de la provincia conectada con la actividad vitivinícola. En una mezcla de danza, marionetas gigantes, teatro y música, el show artístico conjugó los recuerdos de Mendoza y la cosecha y entrelazó su relato con la tierra y su gente. Distribuido en 12 cuadros diferentes, el espectáculo central de la Fiesta Nacional de la Vendimia giró en torno a los conceptos del tiempo y la identidad, la naturaleza, el cosmos y nuestras culturas en esta tierra.

En esta 82.ª edición, Rúpolo y Troncoso utilizaron las líneas curvas de la escenografía para subrayar la idea de un cosmos envolvente. Vale aclarar que el desarrollo artístico, sumado a los elementos escenográficos, buscó utilizar permanentemente los cinco escenarios del Teatro Griego.

La puesta en escena reforzó y expresó los conceptos que hacen a la identidad de los mendocinos: la vivencia de la naturaleza mezclada con la cosecha fue el eje de los 12 cuadros. En las diferentes presentaciones se conjugaron la constante referencia al agua como dadora de vida, el patrimonio, la preponderancia de la tierra, las razas fundadoras que se unieron con la diversidad, con el producto que nos distingue en el mundo: el vino.

Así fueron los 12 cuadros del Acto Central

El primer cuadro vendimial fue una descripción de la constelación del agua y su importancia para todos los aspectos de la vida; entre ellos, el riego de los viñedos. Inmediatamente, en una de las mejores exposiciones de vestimenta, comenzó la descripción de los primeros aborígenes que habitaron estas tierras.

Luego llegó el momento de incursionar en las constelaciones de los barcos. Entonces, nuevamente en una maravillosa mezcla de vestuario, muñecos y marionetas, la escena mostró el comienzo y la fundación de Mendoza.

En ese cuadro, que exhibió por primera vez imágenes de video, con un toque humorístico e ingenioso, aborígenes y nativos pelearon para demostrar quién fue el verdadero fundador de la provincia. Sin duda, una de las mejores puestas en escena de toda la fiesta. Un vestuario muy completo sumado a la gran exposición de luces generó la primera ovación del público, que llenó el teatro.

Luego, el espectáculo continuó con la constelación del racimo. Con un baile intenso y mucho vestuario, los artistas mostraron la creación y preponderancia del mismo.

Casi de inmediato, en una especie de escena hilada, fue el turno de la constelación de las estrellas. Con un juego de luces impactante y un baile relajado, se llevó a cabo la descripción de la noche mendocina y su importancia en los cultivos. Dentro del mismo cuadro, se entonó el "Canto a las estrellas", una versión extraordinaria del cuadro de la Virgen de la Carrodilla.

En ese momento se vivió uno de los puntos más particulares de la noche, con la aparición de una réplica de la Virgen de más de seis metros.

Después, y con la sensación de haber vivido uno de los tramos mágicos de la noche, la historia prosiguió con la creación de los portones del Parque General San Martín y la llegada de inmigrantes de todo el mundo.

En otra representación digna de ver, que el público no dejó de aplaudir, los artistas describieron paso a paso la importancia de la tierra y el adobe para crear las bodegas. La explicación la hicieron de manera ingeniosa, a través de un juego de baile y muñecos.

Luego llegó el turno de la descripción de los campesinos mendocinos y su trabajo en los viñedos, desde el cuidado de la vid hasta su cosecha.

De inmediato, con juego de luces rojas simulando el color del malbec, la constelación del vino se hizo presente en el escenario del Frank Romero Day. Fue el primer cuadro en el que aparecieron los fuegos artificiales y uno de los más aplaudidos por el público.

La siguiente presentación estuvo dominada, en su mayoría, por muñecos y marionetas,  que describieron los principales animales de Mendoza. Además, destacó la importancia de la música, particularmente del chamamé, en la provincia. Luego de un cerrado aplauso, los presentes pudieron disfrutar de la famosa nota musical “Póngale por las hileras”, otro momento destacado del Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia.

Casi sobre el final, el espectáculo hizo hincapié en la cosecha para luego conseguir nuestro producto más destacado: el vino. De la mano de una canción del grupo La Skandalosa, la escena pidió por la no contaminación de los suelos.

Seguido de ello, con un vestuario espectacular, se desarrolló el cruce de Los Andes. Con un video ilustrativo, los artistas protagonizaron la hazaña de José de San Martín, desde Mendoza hacia la República de Chile.

Después fue el turno del homenajear al tango argentino. Con un baile sensual sobre el agua, con body painting con los colores argentinos, la Fiesta de la Vendimia destacó uno de los géneros musicales más importantes del país.

Ya terminando el espectáculo, bailarines de malambo representando gauchos vestidos de blanco y demás artistas que hicieron de nativos de Mendoza y de extranjeros cerraron la noche con fuegos de artificio y papel picado. En el último cuadro, los directores desplegaron a los 850 artistas en los 2700 metros de escenario del Frank Romero Day, para llevarse como premio un cerrado aplauso de aprobación por parte del público. Cabe destacar que durante los doce cuadros teatrales se utilizaron 11 365 prendas.

La parte negativa de la Fiesta Nacional de la Vendimia

En la apertura de la Fiesta Nacional de la Vendimia, los locutores tuvieron grandes inconvenientes con los micrófonos. Los problemas continuaron durante todo el evento, ya que cada vez que los conductores aportaron algún dato, el sonido no los acompañó.

El escenario de los cerros fue chico para la cantidad de artistas que lo utilizaron y tuvo mucho gran movimiento, lo que dificultó el baile. Además tuvo las luces pegadas al escenario, lo que entorpeció más el espectáculo. Se notó desprolijo siempre que se lo utilizó. En uno de los cuadros principales, los productores buscaron hacer un juego de luces con fuego y quemaron buena parte de un cerro. 

Las innovaciones

• Por primera vez en la historia, la Fiesta Nacional de la Vendimia fue dirigida por dos personas: Vilma Rúpolo y Guillermo Troncoso, competidores históricos en el rubro.
• No hubo grúas para la ubicación de luces ni de acrobacias aéreas.
• El espectáculo fue supervisado por un ingeniero.
• Hubo un vestuario especial realizado por artistas del medio, como Modesta Reboredo, Lucía Coria y Omar Lateana.
• Hubo conventillos y muñecos articulados al estilo de marionetas orientales.