Decenas de personas murieron este martes en México por un terremoto de magnitud 7.1 grados en la escala de Richter que sacudió el centro del país y dejó además casi 30 edificios destruidos sólo en la capital. Equipos especiales y vecinos trabajaban para rescatar a personas atrapadas bajo los escombros en varias zonas de la capital, la Ciudad de México.

“Han sido horas de muchos caos. Fue una cosa espantosa y muy distinta al último terremoto que tuvimos hace pocos días. Toda la parte centro y sur de Ciudad de México está muy afectada, hay muchos edificios que colapsaron completamente con gente adentro y también escuelas, donde han quedado atrapados chicos", contó mediante videollamada Andrea Lagunes, periodista, quien vive en plena Ciudad de México.

La periodista también indicó que varios lugares siguen sin luz y la gente ha salido a la calle a ayudar a sacar escombros para colaborar con las tareas de rescate de víctimas. 

El presidente Enrique Peña Nieto, quien convocó a una reunión de emergencia con todo su gabinete, ordenó que los servicios de emergencia "estén abiertos a toda la población", y pidió "que se evacuaran los hospitales dañados y se traslade a sus pacientes a otras unidades médicas".

“Es paradójico que justo hoy cuando se cumplieron 32 años del terremoto que destruyó el Distrito Federal (Ciudad de México) haya ocurrido otro gran sismo. Ese día de 1985, el país se puso en alerta y estuvo bajo la mirada de todos, ya que allí se iba a jugar un año después el Mundial de Fútbol. Fue increíble ver cómo de manera rápida, el país sobrellevó una importante reconstrucción de todas sus estructuras”, explicó Fernández Rojas.

Es por eso que en esta oportunidad, también las próximas horas serán decisivas para México. “Tan sólo en la Ciudad de México, donde viven más de 20 millones de personas (y al igual que cualquier ciudad latinoamericana con grandes concentraciones de población) no existe una buena planificación en términos urbanos, es decir, son lugares que han crecido de manera desorganizada. Esto, seguramente, debe generar ahora mucho pánico y estremecimiento popular, y habrá que ver cómo responde México ante esta catástrofe”, dijo Fernández Rojas.