Organizaciones internacionales y varios países, entre ellos el Reino Unido y Estados Unidos, manifestaron este miércoles su preocupación por la situación en Zimbabwe, donde un grupo de militares se rebeló contra el gobierno del presidente Robert Mugabe y tomó el control del país, uno de los más pobres del mundo.

Las Fuerzas Armadas de Zimbabwe, colonia británica hasta 1980, confinaron el mandatario en su casa, arrestaron a varios de sus ministros, todos ellos identificados con la facción del oficialismo alineada con la primera dama, Grace Mugabe, quien quedó bajo arresto domiciliario junto a su esposo, en la capital, Harare.

El canciller británico, Boris Johnson, dijo que no estaba claro si los dramáticos acontecimientos en Zimbabwe marcaban "la caída de Mugabe". Johnson dijo a la Cámara de los Comunes que es imposible saber cómo se desarrollarán los acontecimientos en la nación del sur de África.

Johnson acusó a Mugabe de manipular elecciones, torturar a oponentes y de ser responsable de "la peor hiperinflación registrada en la historia". Agregó que el país no debía cambiar un "tirano no electo" por otro.

El ministro recordó que Zimbabwe celebrará elecciones el próximo año y aseguró que la comunidad internacional trabajará para "garantizar que esto brinde una oportunidad genuina para que todos los zimbabwenses decidan su futuro".

El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado a la calma y destacó que "es de vital importancia preservar los derechos fundamentales, incluidas las libertades de expresión y reunión" en Zimbabwe. 

La Unión Africana (UA) pidió a las partes implicadas que manejen la situación de acuerdo a los principios de la Constitución de Zimbabwe y a las normas que rigen el organismo internacional. 

A través de un comunicado, la organización panafricana señaló que es "crucial" que la crisis se resuelva de un "modo que promueva la democracia y los derechos humanos, así como el desarrollo socio-económico de Zimbabwe".

La Unión Europea (UE) también instó a respetar el orden constitucional en Zimbabwe.

"Los derechos fundamentales de todos los ciudadanos tienen que ser respetados y el orden constitucional y la gobernabilidad democrática tienen que ser mantenidos", indicó la portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, Catherine Ray.

Ray hizo, además, un llamado a todos los actores relevantes para "avanzar de la confrontación al diálogo con el objeto de lograr una resolución pacífica" a la situación.

"Hemos visto los últimos acontecimientos y el efecto colateral, incluyendo en relación con las fuerzas de seguridad del país. Es un motivo de preocupación para la UE", señaló la portavoz durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea. "Seguimos muy de cerca lo que está pasando sobre el terreno", dijo.

El Reino Unido, al igual que Estados Unidos, recomendó hoy a sus ciudadanos en la capital de Zimbabwe que permanezcan en sus casas ante la situación política incierta en ese país africano.

El gobierno británico agregó en un comunicado que se mantengan en lugares seguros "hasta que la situación se vuelva más clara". La nota pide a los británicos en Harare que eviten la actividad política, incluidas las discusiones en lugares públicos y las críticas a Mugabe, informó la agencia de noticias EFE.

También deben evitar todas las manifestaciones y actos, continuó el comunicado, que afirmó que las autoridades "a veces han usado la fuerza para reprimir manifestaciones".

Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Zimbabwe pidió a sus trabajadores y ciudadanos que trabajen desde casa ante la incertidumbre política.

La legación diplomática estuvo hoy cerrada y se manejó con un personal mínimo para atender eventuales casos de urgencia, explicó la propia embajada.