Así como la educación tradicional cambió su formato debido a la pandemia de COVID-19, el área de la salud también lo hizo y, a pesar de que la virtualidad llegó para quedarse, muchos mendocinos tienen miedo o desconocen las ventajas que la tecnología puede ofrecer. En este sentido, las teleconsultas se presentan como una buena alternativa para seguir cuidando la salud sin salir de casa.

“La telemedicina no es algo nuevo, se está gestando desde hace varios años. Sin embargo, con la pandemia y la dificultad de que los pacientes puedan concurrir a los centros de salud, esta modalidad termina explotando en todo el mundo. Ahora hay una nueva forma de evaluar a las personas”, expresó Flavio Albarracín, médico hematólogo a cargo de la Coordinación de Auditoría Interna Hospital Universitario a Unidiversidad.

En nuestro país, si bien se venía trabajando en la implementación de la telesalud, la emergencia sanitaria apresuró el proceso. Durante 2018, la ex-Secretaría de Salud de la Nación (actual Ministerio de Salud) oficializó la creación del Plan Nacional de Telesalud 2018-2024. El plan tiene el propósito de desarrollar una política pública nacional y federal para avanzar hacia la Cobertura Universal de Salud mediante el uso de las tecnologías de la información y comunicación.

La tecnología al servicio de la salud

La tecnología se convirtió en una herramienta fundamental en nuestras vidas, a tal punto que, en el área de la medicina y la salud en general, está forjando grandes cambios. Actualmente, las interconsultas entre médicos permiten agilizar los casos y no sobrecargar a los hospitales.

A través de las plataformas de mensajería como WhatsApp, el personal de salud realiza una videollamada al paciente y revisa su historia clínica digital. Esta metodología permite, en caso de aislamiento, continuar con los tratamientos correspondientes. “Promovemos la consulta virtual para pacientes que no requieren de la presencialidad. Igualmente, una vez analizado el caso podemos citarlos a una consulta en el hospital si consideramos que lo requieren”, aclaró Albarracín.

El Hospital Universitario comenzó con la modalidad de teleconsultas durante el mes de abril, y hasta el momento, los resultados obtenidos en los meses de pandemia muestran un crecimiento leve en las consultas. El miedo y el desconocimiento también se reflejan en las estadísticas.

Estadística: Teleconsultas Hospital Universitario

“Los resultados fueron bastante interesantes, aunque no tanto como hubiésemos querido. No se puede esperar un giro rotundo como sucedió en otros países porque hay dificultades de todo tipo, como la cultura de la presencialidad que tenemos. También existen dificultades en el acceso, miedo de la gente a lo virtual. Por ejemplo, en el mes de abril, por el miedo y el aislamiento de la gente tuvimos cero consultas”, destacó Albarracín.

En este sentido, desde el área de salud buscan un equilibrio entre la virtualidad y la presencialidad, con el fin de evitar aglomeraciones en los hospitales y disminuir la transmisión de COVID-19. A la vez, recomiendan que quienes necesiten asistir al hospital porque deben realizarse tratamientos no demoren en acercarse. “Si bien estamos estamos abocados a COVID-19, también existen otros pacientes con tratamientos que no pueden demorar”.

“Nos gustaría que las teleconsultas crezcan más, especialmente porque todavía tenemos muchos meses por delante para llegar a una nueva normalidad. En España intentan que las consultas no bajen del 30 %, nosotros todavía no podemos llegar a ese porcentaje. Esta modalidad permite bajar la presencialidad en los hospitales y en este momento es algo necesario. De todas maneras, el mensaje no es 'Quedate en casa', sino 'Vení al hospital si realmente lo necesitás'”, concluyó Albarracín.

Consultas médicas virtuales: hasta qué punto está en juego la ética

Sociedad Unidiversidad por Unidiversidad / Emilio Murgo / Publicado el 22 DE FEBRERO 2019 La telemedicina o consulta médica virtual es considerada como una de las mayores innovaciones de los servicios sanitarios, y no solo desde el punto de vista tecnológico, sino también cultural y social, al favorecer el acceso a los servicios de atención sanitaria.