¡A jugar! Cómo la gamificación cambia y mejora las maneras de aprender y capacitarse

Sociedad

Además, según el observatorio, en el caso de la igualdad de género en la industria  gaming, solo el 13 % es el porcentaje de empleadas mujeres sobre el total de empleados en relación de dependencia; por otra parte, tan solo el 8 % de empleadas mujeres se ubican en puestos de trabajos STEM (ciencia, tecnología ingeniería y matemáticas) sobre el total de empleadas mujeres. Finalmente, solo el 6 % de mujeres tienen cargos directivos o gerenciales y tan solo el 1 % son personas trans y no binarias en la industria.

¿Cómo es el desarrollo de videojuegos en Mendoza?

Para entender cómo funciona esta industria creativa, desde Unidiversidad hablamos con Andrés Jaliff, desarrollador de videojuegos y cofundador de Fúlgora, empresa desarrolladora de videojuegos, proyectos audiovisuales y visualizaciones animadas.

“En principio, Mendoza está dando al mundo de los videojuegos y del software muy buenos recursos. En este tiempo, la provincia se ha posicionado mucho a nivel nacional y, según los datos del Observatorio Nacional de Videojuegos, en lo que respecta al 'gaming', Mendoza está produciendo casi el 10 % de la industria nacional. Además, en la provincia se vienen instalando varias empresas unicornio relacionadas con esta industria”, destacó.

Otro de los estudios fuertes en la provincia es Scubalight Studios y Etrex Producciones, cuyos fundadores son Federico y Leandro Agostino, que aportaron su mirada. “Es una industria que se ha posicionado fuerte en Mendoza y viene con un importante crecimiento desde hace varios años. Viene forjándose desde la parte privada, desde la parte educativa, desde el apoyo gubernamental, etcétera”, señaló Federico Agostino.

Sumando a este último punto, hay dos ejemplos de estudios gaming destacados en Argentina, que empujan y desarrollan la industria a futuro: el primero es Etermax (su juego más conocido es Preguntados) y el segundo es Nimble Giant. A esto se le debe sumar lo acontecido con la pandemia, ya que, si bien afectó mucho al sector en lo económico, también resultó un potenciador en la cantidad de videojugadores.

“A nivel nacional, está la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos (ADVA), y en Mendoza, a través de Film Andes Games. Con ambas venimos trabajando desde hace cinco años y el crecimiento que hemos tenido fue muy bueno. Todas ellas tienen como objetivo apoyar la industria regional y generar nuevos vínculos entre desarrolladoras y publishers. En estos últimos años, hemos avanzado bastante, aunque sigue siendo una industria joven y con mucho por crecer”, afirmó Leandro Agostino, que también coordina GameAndes (grupo que nuclea a actores del sector local).

Asimismo, para Jaliff, la industria "gaming" local atraviesa un momento de franca prosperidad, con la posibilidad de expandirse hacia horizontes internacionales, sobre todo, EE. UU. y Europa. “Esto de desarrollar videojuegos es como una tribu que funciona muy bien y tiene, a mi entender, una comunidad mucho más tranquila, con una mayor colaboración y sin los egos de la industria tradicional del software. De esta manera, me parece que la industria 'gaming' es más fácil de educar, ya que se internacionaliza más rápido. Esto lleva a que las desarrolladoras de videojuegos tengan estándares más horizontales”.

Barreras y dificultades regionales

A la hora de desarrollar videojuegos, no debemos plantearlo solo por el lado de la dificultad per se, sino también por los recursos económicos y humanos, ya que estos son muy importantes para poder plantear nuevos estudios gamers.

“Un punto clave a tener en cuenta es el financiamiento que se pueda conseguir. Otro, no menos importante, es el recurso humano con el que cuenta el estudio desarrollador. Tanto el financiamiento como el recurso humano tienen muchas falencias porque, si bien hay un apoyo de algunas empresas (Publisher), de la Economía Naranja (es un modelo de desarrollo en el que se apoyan la diversidad cultural y la creatividad) y demás, es poco el financiamiento que se obtiene. Por otro lado, al ser una industria tan joven, los recursos humanos todavía no suelen ser tan especializados”, expresó Federico Agostino.

En este contexto optimista, Jaliff marcó algunas desventajas regionales. “En Mendoza, emprender el desarrollo de un videojuego genera también sus dificultades. Por un lado, tenemos como impedimento principal la barrera tecnológica, en el sentido de comprar las PC que se necesitan para desarrollar contenido. Por otro lado, también se cuenta con el problema de la conectividad y la estabilidad a internet, sobre todo porque muchas de las empresas funcionan de manera remota y no tienen oficinas comerciales; por ende, la conexión es primordial. Esto lleva a que un desarrollador o desarrolladora de videojuegos tenga que invertir entre 2000 y 3000 dólares para tener las herramientas necesarias para el trabajo. Lamentablemente, vemos que no todas las personas pueden acceder a este mercado laboral, ya que esta barrera del dinero es muy alta”, continuó.

Otro tema a tener en cuenta es que los estudios de nuestro país –Mendoza no es la excepción– tienen una dificultad enorme para retener el talento que se genera en las empresas. “Si bien en nuestro país los sueldos de la industria son altos (en comparación con otras industrias), la competencia internacional y la posibilidad de desarrollar algo propio atentan con ese recurso humano que tienen los estudios”, indicó Jaliff.

¿Cómo está posicionado Mendoza en el mapa gaming del país?

“Mendoza viene después del AMBA y Córdoba –respectivamente– en cuanto a producción de videojuegos. Esto hace que la provincia sea uno de los de los actores más importantes del interior del país, a tal punto que se está generando bastante ruido, por decirlo de alguna manera, en el reconocimiento de la ‘marca Mendoza’ para la industria gaming. De esta manera, avizoro un futuro prometedor y creo que tenemos muchas posibilidades de ser un HUB audiovisual y de videojuegos que sea atractivo también para la inversión internacional”, finalizó Jaliff.