La gran duda que rondaba los pasillos oficiales, pero también a los consumidores, era cómo haría Francisco Pérez para solventar su decisión de no tocar tarifas en 2015. Especialmente están complicados los servicios de electricidad y transporte, aunque el agua no escapa al desfasaje.

En el caso de las primeras, están reclamando aumentos de hasta el 60 por ciento desde principios de año y tenían todas las esperanzas de lograrlo en enero próximo, pero una decisión del gobernador dejó caer toda posibilidad de tocar las tarifas. Así se pudo ver en la presentación del presupuesto que habría una fuerte apuesta a la política de subsidios. Es que el gobernador envió una pauta con 246 millones de pesos para el Fondo Compensador Eléctrico, a lo que podría sumarse alguna decisión nacional que se conocería el año que viene.

Los rumores apuntan a un nuevo programa de Convergencia Tarifaria que deje congeladas las tarifas a cambio de desembolsos, tal como ocurrió este año. Pero las empresas rechazan la idea; de hecho, todas fueron a la Corte Suprema de Justicia a pedir la inconstitucionalidad del acuerdo firmado entre Francisco Pérez y Julio de Vido en mayo.

La segunda gran duda es qué pasará con el boleto de transporte. En la audiencia pública por la revisión tarifaria, las organizaciones plantearon sus dudas respecto de que el gobernador quisiera elevar la tarifa en enero, un mes en que no hay clases y el impacto sobre el bolsillo es menor. La duda se asienta también en que el último aumento se dio en enero y pasó casi desapercibido. Nada de esto está confirmado y lo único cierto es que ayer, cuando se conoció la pauta, se pudo ver que había un incremento en el Fondo Compensador del Transporte de casi 40 millones de pesos. Es que pide autorización para fondear los desequilibrios en el sistema con 276 millones de pesos, que se sumarán a los envíos de la Nación que se conocerán a mediados de febrero.

El caso de la empresa de aguas también muestra incrementos en los subsidios. A esta se remitirían 95 millones de pesos como aportes irrevocables; esto es, 22 millones de pesos más que en 2014, cuando se les otorgaron 73 millones no reintegrables. Esto, a pesar de que cuando se anunció el último aumento, el presidente de Aguas Mendocinas, Guillermo Amstutz, sostuvo que la empresa entraría en equilibrio financiero a partir de diciembre.

El ministro de Hacienda, Juan Gantus, justificó el incremento en que se necesitarían más fondos para las obras de la empresa, teniendo en cuenta que la Nación privó al gobernador de emitir un bono por 800 millones de pesos que iban a destinarse al Plan Maestro de recuperación de la empresa. Gantus defendió la decisión oficial argumentando que se trataba de no perjudicar a los sectores más desfavorecidos y por eso habría más fondos para subsidios.

Lo cierto es que la decisión tiene también su trasfondo político. A menos de un año de las elecciones y en un contexto claramente recesivo, no retocar tarifas sería “políticamente correcto”. Ahora resta esperar a ver lo que harán las empresas si ese incremento no les cuadra en la fórmula de rentabilidad que ellos esperaban para 2015.

También ver nota relacionada: Pauta con déficit 0 pero con "diálogo político"