El exdirector de Inteligencia Antonio Stiuso dijo estar convencido de que Alberto Nisman fue asesinado por "el trabajo que estaba realizando" y afirmó que la orden la dio "un grupo relacionado con el gobierno anterior". En sus más de 16 horas de declaración testimonial habló de su relación con el kirchnerismo, de Irán, de lo que llamó la "burda operación" para simular un suicidio, de antecedentes de persecución que, según él, sufrió su gente y de un supuesto apriete de la expresidenta Cristina Kirchner.

Según la jueza a cargo de la causa por la muerte de Nisman, Fabiana Palmaghini, la declaración fue "de sumo interés". Ayer, martes 2, pocas horas después de que Stiuso dejara su juzgado, ella se declaró "incompetente" y dijo que el caso debe pasar a la Justicia federal.

Stiuso se refirió, puntualmente, a Cristina Kirchner y su malestar con Nisman, incluso antes de que él la denunciara. De "ella", así la llamó Stiuso durante su declaración (tuvieron que pedirle que precisara cada vez de quién hablaba), dijo que estaba loca y que les había mandado a decir, como presidenta, que no siguieran investigando la vinculación de Irán con el atentado a la AMIA.

"Quisieron hacerlo pasar por un suicidio", dijo Stiuso sobre la muerte de Nisman. Según él, de una forma muy "burda".

Además de Cristina Kirchner, Stiuso apuntó contra otros miembros de la anterior gestión: Carlos Zannini, que era el secretario legal y técnico, y el exjefe de Gabinete Aníbal Fernández, quien, según el exespía, era el encargado de la comunicación entre los funcionarios. Los demás, dijo, eran "monos que bailaban" al son de su música.

El exespía, que tenía una relación muy cercana con Nisman, no ofreció pruebas concretas de cómo se habría materializado el supuesto homicidio ni de quiénes habrían sido sus autores. Consultado sobre por qué no había dicho antes que al fiscal lo habían matado, afirmó que sí lo hizo, pero que la fiscal Viviana Fein no lo asentó en el acta de su declaración anterior.

El diario La Nación reconstruyó su declaración sobre la base del relato de fuentes independientes que estuvieron presentes en la audiencia, de la que participaron la jueza Palmaghini; la fiscal Fein; el abogado de la defensa, Gabriel Palmeiro, y los abogados de las querellas: Pablo Lanusse (por la madre de Nisman), Federico Casal, Manuel Romero Victorica y Juan Pablo Vigliero (por las hijas).

Ninguno se llevó copia de la declaración, afirman en los tribunales. El acta quedó "reservada" en la caja fuerte del juzgado de Palmaghini, según informó la jueza en el escrito en el que se declaró incompetente.

Stiuso había llegado a la audiencia con un escrito que la jueza leyó en voz alta a todos. Era un largo relato de su trabajo en la SIDE y sus informes centrales vinculados al caso AMIA, su relación laboral con Nisman y cómo fue cambiando el contexto político en relación con su trabajo.

Stiuso era, en los papeles, el director de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia, pero en la práctica era mucho más: fue durante años el hombre más poderoso de la inteligencia argentina. La relación con el kirchnerismo no siempre fue mala. Todo lo contrario. Terminó echado por Cristina Kirchner, pero había sido durante años un aliado muy efectivo.

El lunes, Stiuso declaró que hubo un cambio en materia de política internacional cuando la entonces presidenta Kirchner se alineó con Irán. En ese momento, a través de Francisco Larcher (el amigo de Néstor Kirchner que era el número dos de la SIDE) les mandó a decir a él y a Nisman que no investigaran más la responsabilidad iraní en la voladura de la AMIA.

El exespía dijo que ellos no le hicieron caso, que siguieron investigando el atentado y que empezaron a tener problemas. "A Nisman lo mataron por bajar la cabeza e ir para adelante, siempre para adelante", dijo el exespía. Fue una frase que repitió varias veces en su declaración.

Contó además que cuando ellos se negaron a acatar las órdenes de no investigar, empezaron a ser atacados. Habló, puntualmente, de tres antecedentes previos a la muerte de Nisman. El primero fue el asesinato de Pedro Viale, "El Lauchón". Stiuso declaró ante Palmaghini que esa noche él iba a comer a lo de Viale, agente de la SIDE asesinado en un operativo en su casa. El segundo, el caso de la desaparición de Alfonso Severo, testigo en el crimen de Mariano Ferreyra. Según declaró Stiuso, hubo un armado en esa causa y casi le allanan la casa (aquí se refirió a la procuradora Alejandra Gils Carbó).

El tercero, el atentado que sufrió Javier Fernández, el auditor general de la Nación, de quien Stiuso habló como si fuera amigo suyo. En la Justicia, donde Fernández operó con mucha libertad durante el kirchnerismo, nadie dudaba de la relación con Stiuso. Pero ahora el exespía la explicitó: dijo que fue Javier Fernández quien le contó que Nisman había denunciado por encubrimiento a la entonces presidenta. Stiuso volvió a decir, como en su declaración anterior, que no lo sabía de antemano.

Dijo también que después de la muerte de Nisman, cuando la "locura" de "ella" era notoria, dejó el país. Contó, además, que el Gobierno estaba detrás de él. Stiuso le mostró a Palmaghini una supuesta constancia de que alguien entró en los registros de Migraciones, que no son públicos, para ver si el día de la muerte de Nisman él había entrado o salido del país.

Sobre Diego Lagomarsino, el dueño del arma con la que murió Nisman, dijo que no lo conocía, y dijo descreer de que el fiscal tuviera miedo. "Estaba acostumbrado a las amenazas", dijo Stiuso. Hizo especial referencia a la sentencia de muerte que pesaba sobre él en Irán.

Cuando le preguntaron sobre sus llamadas del día que Nisman fue encontrado muerto, cuando todavía no se conocía su fallecimiento, dijo que se había comunicado con Alberto Massino (también exdirector de Inteligencia) porque la situación de ambos estaba complicada y que no hablaron de la muerte de Nisman.